Caleidoscópico, ya en blanco y negro, ya multicolor, el espectáculo Enra cumple con sus expectativas de entretenimiento. La reducida tropilla oriental se presenta hoy en el Lunario del Auditorio Nacional desafiando convenciones de espacio, tiempo, gravedad y física.

Para ello se valen de la luz de un proyector, que es su gran aliada, un fondo blanco que ocupa lo ancho del escenario, de unos 12 metros, bastones lumínicos y diávolos encendidos que giran a gran velocidad.

Mezcla de artes marciales, gimnasia y ciertos toques circenses, la función es muestra de sincronía del performance, la danza, los efectos visuales, la animación gráfica y la música.

Seis elementos salen a escena, saltan, dan giros, simulan mover grandes volúmenes que son proyectados en la pantalla con asombrosa facilidad, rechazan con sus piernas posibles ataques de graníticos cubos o piedras. Son atrapados entre dos tablas, encerrados en un puño o bien son jalados hacia atrás o empujados.

Enra, considerado entre los espectáculos que se presentarán en los Juegos Olímpicos de Tokio, dentro de cuatro años, se presentará este el jueves 27 de octubre, a las 20:30 horas.