Viernes 28 de octubre de 2016, p. 30
Nueva York. Los bombardeos atribuidos al ejercito sirio y ruso contra una escuela en la provincia de Idlib, al noroeste de Siria, donde murieron al menos 22 personas, entre ellos varios niños, fueron una atrocidad
afirmó este jueves el Fondo de la Organización de Naciones Unidas para la Infancia. Rusia negó cualquier responsabilidad en el bombardeo, luego que la oposición siria acusó al gobierno del presidente Bashar Al Assad del ataque, el más letal cometida contra una escuela desde el inicio de la guerra civil hace más de cinco años.