Los productos transgénicos son absoluta y totalmente inocuos, aseguró Manuel Bravo, director general de Monsanto para Latinoamérica Norte. Señaló que 20 años de distribuir estos insumos y miles de estudios de diversas universidades avalan esta afirmación.

Desde 96 se ha servido un billón de comidas con alimentos trangénicos y no se ha documentado ni un caso de alergia o gripa, (entonces) es clara su seguridad (según) 2 mil estudios de universidades en el mundo. Sin embargo, es más fácil gritar mitos que convencer con datos científicos en la mano, expuso durante el taller para medios Retos y Realidades de la Agricultura en México, realizado en la Universidad del Valle de México, campus San Rafael.

El directivo de la trasnacional con presencia en 66 países, que recientemente fue comprada por Bayer –empresa con la cual quedará fusionada totalmente en 18 meses–, insistió en que en torno a los organismos genéticamente modificados del agro hay una serie de mitos, pero subrayó que la realidad científica es la que tiene la última palabra. De allí la necesidad e acercarse a los medios para cambiar esa visión negativa, comentó.

En su exposición resaltó que los transgénicos generan una agricultura más sustentable, permiten usar menos agua y herbicidas, y dan la posibilidad de producir más alimentos. Ante retos como el cambio climático, la deforestación, enfermedades, plagas y escasez de agua, estos productos significarían una ventaja.

Sustentabilidad

Desde el punto de vista de sustentabilidad (se utiliza) menos agua, menos fertilizante, menos insumos en general. Eso a todos nosotros nos ayuda, porque hablamos de un mundo más sustentable y menos crecimiento del área agrícola. Si no se hubiera aprobado la biotecnología o si no hubiera tenido la penetración que ha conseguido se necesitarían 110 millones de hectáreas adicionales de agricultura para lo que hoy se produce.

Sobre los permisos que ha solicitado Monsanto para sembrar maíz transgénico en México, lamentó que éstos se encuentren detenidos por una resolución judicial, derivada de la acción colectiva interpuesta por defensores de los maíces criollos. Detalló que son cinco permisos los que están en esas condiciones. Dijo que éstos son para polígonos en Sinaloa, Chihuahua, La Laguna y Tamaulipas.

Bravo instó a la población que desconfía de los transgénicos a que se entere, a que busque ciencia, que confíen en los académicos, en los doctores en biotecnología del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, y en los expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México.