20 meses de ir a las urnas, el tono de las precampañas electorales anuncia finales candentes. El más reciente choque entre dirigentes de los principales partidos políticos (dos de ellos, en busca de ser candidatos presidenciales) está cargado de descalificaciones, acusaciones y un tono retador.

Enrique Ochoa Reza, presidente formal del PRI, ha llamado sacatón y mentiroso a Andrés Manuel López Obrador y lo ha retado a debatir sobre corrupción y, en el más reciente promocional de ese partido, en el que habla sobre desempleo, ha acusado al tabasqueño de causar daño a la economía con manifestaciones y plantones. Ricardo Anaya, dirigente del PAN, en su correspondiente grabación para ser difundida en radio y televisión, va contra el PRI, al que tacha de realizar un mal gobierno, y contra AMLO, de quien asegura que sus locuras son y seguirán siendo un peligro para nuestro país (una clara reformulación del estribillo que dividió al país desde 2006).

Ante esos ataques, López Obrador decidió no presentar una queja ante el Instituto Nacional Electoral (INE) con la intención de que sea suspendida la difusión de tales mensajes. Por el contrario, ha dicho, recordando al abogado potosino Ponciano Arriaga (considerado el padre de la Constitución liberal de 1857), que, entre más lo atacan, más digno se siente. A esos atacantes, AMLO los tachó de corruptos, ruines y canallas.

Una encuesta de opinión, difundida ayer por el diario The Washington Post y la cadena de televisión ABC News, ha reactivado la preocupación en el gobierno mexicano pues, según los datos de ese estudio, la diferencia de intención de voto hacia Hillary Clinton y Donald Trump sería de un punto porcentual (46% contra 45%, respectivamente), lo cual en los hechos significaría un empate técnico, una moneda en el aire.

Luego de su histórica metida de pata al invitar y recibir a Trump en Los Pinos, el mando mexicano se ha volcado en una abierta recolocación al lado de Clinton, tan oportunista esta conversión como lo fue la apuesta original en pro del multimillonario desbocado. Las puertas mexicanas fueron abiertas a Trump cuando su candidatura parecía sumamente viable y por ello Luis Videgaray convenció a Peña Nieto de darle recepción casi a título presidencial. En las semanas recientes, con las expectativas electorales sumamente cargadas al flanco de Hillary, Los Pinos ha tratado de mostrar arrepentimiento por el traspié trumpeteado del pasado 31 de agosto y, además, una vigorosa adhesión a las filas de la candidata Clinton.

Sin embargo, la grotesca figura política de Trump ha resistido los duros golpes provenientes de la difusión de un audio en el que hacía comentarios obscenos y libidinosos, a lo que siguió una cascada de denuncias por acoso sexual contra mujeres. Y, en el tramo final de la competencia, la FBI ha dado a conocer que está analizando correos electrónicos relacionados con el episodio crítico de la entonces secretaria de Estado, que manejó información confidencial del gobierno estadunidense a través de un servidor privado. La polémica actualización de ese tema ha reactivado resortes en votantes estadunidenses y la diferencia de intención de voto que según anteriores encuestas de opinión era marcadamente favorable hacia Clinton, se ha estrechado y las posibilidades de triunfo parecen parejas, según dichos estudios. ¿Qué haría la administración Peña si al final de cuentas quien ganara fuera Trump? Y, lo peor, sea quien fuere el ganador, ¿el gobierno mexicano habrá quedado negativamente marcado como débil, inexperto e irrisoriamente convenenciero?

A propósito: inusual la forma escogida por Marcelo Ebrard Casaubon para una especie de reaparición política transfronteriza. Según eso, Hillary Clinton en persona le habría llamado, cuatro meses atrás, para pedirle que hiciera campaña en su favor entre mexicanos residentes en Estados Unidos. El ex jefe del Gobierno del Distrito Federal (GDF) se habría convertido en activista en tierra ajena, recorriendo ciudades y reuniéndose con paisanos, pero apenas en estos días tuvo a bien notificar públicamente sus nuevas andanzas políticas. Lo hizo desde una banca pública, en un video sin pretensiones técnicas y acompañado de Elías Miguel Moreno, quien fue secretario de Protección Civil en el equipo del GDF encabezado por Ebrard.

El mismo Moreno explicó, según nota de Misael Zavala (https://goo.gl/I7NQHj) que los viajes de Marcelo son financiados de una manera especial, pues él ha estado dando pláticas en todo el mundo; cobra y es de ahí de donde ha sacado dinero. Tiene una consultoría en Estados Unidos y de eso ha estado viviendo. Además de dar una peculiar respuesta a quienes se preguntan de qué ha vivido Ebrard desde que se autoexilió en París, este lance pro Hillary (con un toque hilarante) es el primero que realiza desde su desplome político a causa de los señalamientos mediáticos y amagos judiciales en su contra por la línea 12 del Metro. Aparecer, ¿en Estados Unidos? Y, ¿cuándo en México?

Astillas

El ritmo de la cabalgata inflacionaria será aumentado a partir del mes en puerta, con nuevas tarifas para el consumo eléctrico en los sectores industrial (entre 5.6 y 7.2%), comercial (entre 3.3 y 3.5%) y doméstico de alto consumo (3.3%). El anuncio realizado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es un adelanto de los problemas económicos que se agudizarán a partir del año entrante, con un presupuesto federal restrictivo En la Ciudad de México se realizó un desfile de calaveras y catrinas (en procesión evocatoria de escenas de la película de James Bond rodada en la capital del país) y se corrió el Gran Premio de Fórmula Uno, con Miguel Ángel Mancera como personaje en remozamiento de imagen Y, mientras la izquierda española desgarrada (o lo que se entienda como izquierda) ha dado paso en España al derechista Partido Popular y a Mariano Rajoy nuevamente como presidente del gobierno, ¡hasta mañana, con Peña Nieto y el gobernador poblano Rafael Moreno Valle reuniéndose en Colombia!

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