El grupo chileno de rock alternativo Keko Yoma puso a bailar y brincar a más de mil asistentes al Festival Internacional Ollin Kan Tlalpan 2016, a pesar del frío; tanto gustaron que los discos que traían se agotaron casi de inmediato.

En entrevista, después de dos encores, Javier, baterista, dijo que el nombre de la agrupación es un juego de palabras, pues en Chile puede ser nombre y apellido, o bien un pájaro autóctono muy grande que habita en el sur y al que nombran lacoyoma.

En Chile el habla estándar tiene doble sentido. Nos hemos basado en el rock con instrumentos originarios, y mezclamos cumbia y hasta electrónico. Buscamos hacer una fiesta cada vez que nos presentamos. Así fue en la explanada de Tlalpan.

“Ya pasaron 12 años. Esta es nuestra gira número 17 y la segunda visita a México. Somos una banda independiente, autogestiva, pero hemos logrado posicionarnos a escala nacional y con varias giras. En 12 años hemos logrado conocer gente muy humana. Hay que imaginar lo que es tocar en 17 países, en Europa, en Ecuador, en el Quito Fest, con Babasónicos; en el Vive Latino, con muchos artistas, y ya tenemos tres discos. Hemos hecho una linda carrera. nos falta llegar a más gente.

“¿Problemas a los que nos hemos enfrentado? Es un tema largo, empezando por los económicos, para financiar una gira. Antes teníamos vacaciones y esas cosas, pero ya estamos dedicados ciento por ciento a esto, porque entendemos que lo nuestro tiene que ver con la resistencia a seguir haciendo lo que nos gusta, para tomar las decisiones que queremos.

En Chile está sonando la cumbia, pero nosotros no seguimos eso. Resistimos ante lo que se nos quiere imponer. El sueño es seguir pegando alegrías, con conciencia.

Integran a Keko: Javier Lizama (batería), Claudio Benavides (voz), Gonzalo Troncoso (teclados), Allan Follert (bajo), Carlos Jara (percusión) y Renato Pizarro (guitarra). En 2008 lanzaron El más weon de los caminos, en 2010 Bienvenidos al Sur, en 2014 Propaganda, y en octubre de 2016 el epé El ciclón.

Sobre sus próximos conciertos informaron que hoy tocarán en el estado de México, los días 3 y 4 de noviembre en San Luis Potosí y el 5 y 6 en Aguascalientes.

Otra resistencia

Por su parte, Teresa Zacarías, directora general de Cultura en la delegación Tlalpan, expresó: “El Ollin Kan sintetiza lo que debe ser un proyecto de cultura; es decir, un trabajo incluyente, con gran calidad de sus exponentes, entendiendo a la cultura como un derecho universal, no sólo como servicio a la comunidad.

“El festival regresa a nuestra delegación, pues se fue de aquí en 2009, porque a las otras administraciones no les interesó. Lo cual enfrió los espacios que ya se habían conquistado. El Ollin Kan más que un festival es un movimiento. Aglutinó a muchas personas y de pronto se tuvo que exiliar. Esos años mermaron, además, porque hubo proyectos culturales muy frívolos, y esto lo digo abiertamente, porque no tenían ninguna propuesta, curaduría, ni narrativa de ninguna índole. El Ollin Kan tiene vida propia y ahora nosotros lo recuperamos, un festival que nació y es de aquí. Otra cosa, que además se conoce públicamente, es que el gobierno central, el Gobierno de la Ciudad de México, ha obstaculizado el flujo de recursos a esta delegación, y creo que a las otras cuatro delegaciones de Morena. Esto nos ha impedido realizar muchas actividades, no sólo el Ollin Kan.

“Este encuentro estaba programado para otra fecha y se pospuso porque, aunque los recursos que están etiquetados, tanto el gobierno federal como el de la ciudad, por razones que desconozco, no llegan a la delegación. Esto nos ha obligado a buscar en algunos casos un fondeador, algo verdaderamente innecesario. Hay quien fondea, pero cobra. Es absurdo. Hay un comunicado de la delegada de Tlalpan en el que pide a Hacienda que ya libere los recursos etiquetados. ¡Ya están los recursos, pero no nos llegan!

Realizar proyectos culturales se vuelve casi un sacrificio. Si llega el recorte presupuestal, como se prevé, y que sería superior a 30 por ciento... bueno, tenemos una clase política que no defiende a la cultura. ¿Qué falta, si están privatizando todo? Y con el gobierno de la Ciudad de México, que es una simulación de izquierda, en el sur estamos tratando de remar a contracorriente. Recuperamos espacios públicos, como el cine Villa Olímpica, que estaba privatizado. Si viene un recorte fuerte haremos algo. Ya están aprobados cuatro Faros para Tlalpan. El recorte hará que no se organicen varias actividades, talleres, pero eso va contra los derechos universales de los ciudadanos. ¿Aceptaremos de brazos cruzados estas políticas?