Tras la llegada de Raúl Cervantes Andrade a la Procuraduría General de la República (PGR), áreas que tenían en sus manos dos de los casos más importantes, como son la desaparición de normalistas de Ayotzinapa y las indagatorias en contra de Javier Duarte, gobernador con licencia de Veracruz, se encuentran acéfalas por las renuncias de los subprocuradores de Delitos Federales y de Derechos Humanos, José Guadalupe Medina Romero y Eber Omar Betanzos Torres, respectivamente.

El primer colaborador de la anterior procuradora general Arely Gómez González en dejar su cargo fue Salvador Sandoval, quien llegó a la Subprocuraduría Jurídica y de Asuntos Internacionales en mayo de este año y tuvo que renunciar el mes pasado para que Cervantes Andrade, entonces legislador priísta, esperara su ratificación en el Senado y así pudiera ocupar la primera posición en la institución ministerial. El puesto está ocupado por un encargado de despacho.

Asimismo, tras la ratificación de Cervantes Andrade, renunció a su cargo el titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales (SEIDF), José Guadalupe Medina Romero, quien fue el encargado de integrar la primera acusación penal en contra del gobernador con licencia Javier Duarte de Ochoa por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada.

En este caso, la PGR integra al menos dos averiguaciones previas más en contra de Duarte de Ochoa,que se habían iniciado en la Fiscalía General de Veracruz: FESP/013/2016/1-04 y FESP/216/2016/14-07 por los delitos de enriquecimiento ilícito, peculado e incumplimiento del deber legal.

De igual manera renunció a su cargo Eber Omar Betanzos Torres, quien se desempeñaba como titular de la Subprocuraduría de Derechos Humanos. Era el encargado de dirigir las investigaciones del llamado caso Iguala, en el que se indaga la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa y la responsabilidad penal de más de 17 detenidos en este caso.

Entre los pendientes de esta indagatoria se encuentra la visita a más de 140 sitios donde se presume que podrían existir igual número de fosas clandestinas.