Este título lo recordaremos por siempre, será un parteaguas histórico: Joe Maddon
Jueves 3 de noviembre de 2016, p. a37
Cleveland.
Pasaron 108 años para que los Cachorros de Chicago volvieran a ganar una Serie Mundial.
Haciendo malabares con la suerte y trizas los nervios de sus aficionados, remontaron una serie que parecía perdida. Forzaron el séptimo juego y en extra innings, después de desperdiciar ventajas y cometer errores, lo hicieron al fin: vencieron 8 a 7 a los Indios de Cleveland, apenas una carrera de diferencia, pero suficiente para convertirse en los nuevos campeones del Clásico de Otoño.
Como en una historia épica, se convirtieron ayer en el primer equipo que da la vuelta a un marcador de 3-1 en contra en una Serie Mundial, con victorias como visitante en los últimos dos partidos, desde que los Piratas de Pittsburgh lo consiguieron en 1979.
Chicago se convirtió en sinónimo de sufrimiento. Desde el último título de 1908 todo fue desventura y a partir de 1945 no volvieron a jugar una Serie Mundial. Los supersticiosos atribuyeron la sequía a una maldición, que ayer fue conjurada.
La cabra Billy. Un gato negro. Steve Bartman. Todas esas maldiciones, supersticiones y fiascos quedaron archivadas cuando el equipo de Joe Maddon no capituló en su intento e hilvanó tres victorias consecutivas para voltear el 3-1 en contra para imponerse 4-3. Como en toda la serie, perseveraron cuando estuvieron a punto de dilapidar una cómoda ventaja en el séptimo juego.
Ben Zobrist remolcó la carrera que les dio la ventaja en la décima entrada, seguido por un sencillo impulsor del venezolano Miguel Montero que puso el marcado 8-6.
Los Indios descontaron en la parte baja mediante un sencillo productor de Rajai Davis con dos outs ante un fallido Carl Edwards Jr., por lo que Montgomery entró de relevo y sacó a Martínez con un rodado manso hacia el tercera base Kris Bryant.
El partido tuvo de todo, incluso una interrupción de 17 minutos por lluvia antes de comenzar el décimo episodio. Además, en la parte baja del octavo rollo, Davis bateó un jonrón de dos carreras ante el cerrador Aroldis Chapman, con el que Cleveland empató 6-6 tras ir perdiendo 5-1.
Si la agonía de Chicago terminó, la de Cleveland persiste con un nuevo y doloroso capítulo. Los Indios, el equipo que en 1997 no supo preservar la ventaja en la novena entrada de un séptimo juego contra los Marlines de Florida, no se coronan desde 1948. Tres veces tuvieron la oportunidad de liquidar a los Cachorros y no supieron dar el golpe de gracia.
Fue otra noche de clima agradable, con una temperatura de unos 22 grados centígrados. Se jugó en Cleveland, pero la sensación en el Progressive Field fue de una invasión de fanáticos de Chicago, eufóricos de principio a fin.
Eternos perdedores durante más de un siglo, los Cachorros estuvieron a punto de arruinar otra oportunidad, luego de que el cubano desperdiciara una ventaja de tres carreras con dos outs, cuando Davis conectó su jonrón por el jardín izquierdo.
Chicago volvió a torturar a sus fanáticos, pero regresó decidido tras el atraso por lluvia. Los imparables de los veteranos Zobrist, quien el año pasado ganó el campeonato como integrante de los Reales de Kansas City, y de Montero.
Zobrist fue consagrado como el Jugador más Valioso. Mientras Chapman se acreditó la victoria.
Nunca renunciamos, estoy orgulloso de la actitud del equipo. Este título lo recordaremos por siempre. El primer campeonato de la Serie Mundial en 108 años será un parteaguas histórico
, afirmó al final el mánager de los Cachorros, Joe Maddon.