Caracas.

El gobierno de Venezuela y la oposición mantuvieron este miércoles la tensión, luego de que la Procuraduría General de la República anunció que activará una demanda ante las instancias correspondientes en contra de la Asamblea Nacional, por la pretensión inconstitucional de citar al presidente Nicolás Maduro a comparecer, en el marco de un supuesto juicio político sin validez jurídica alguna.

En un comunicado, la PRG recordó que todas las acusaciones en la Asamblea Nacional son nulas con base en la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), por desconocer una decisión de impugnación electoral de tres parlamentarios de la región sur de Venezuela.

Aclaró que la Asamblea carece de competencia para convocar a Maduro ante su plenaria, ni ante sus comisiones y mucho menos basándose en una figura de juicio político que no existe en el ordenamiento jurídico venezolano.

Por ello, la PRG destacó que el Legislativo temerariamente pretende hacer fraude al derecho y a la Constitución, cuando intenta aplicar una figura contra el presidente que no existe en la Constitución ni en el resto del ordenamiento jurídico venezolano, con la clara intención de consumar un golpe de Estado.

La oposición, en tanto, calificó de patada a la mesa de diálogo las declaraciones de Maduro, quien la noche del martes tachó de terrorista al partido Voluntad Popular, liderado por el encarcelado líder opositor Leopoldo López.

Maduro, con su agresión a Voluntad Popular y su intento de dividir a los demócratas venezolanos, le está dando un patada a la mesa y se está burlando del papa Francisco, aseguró el secretario ejecutivo de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, quien replicó que Maduro busca dividir a la MUD entre dialogantes y radicales. Te equivocaste, nosotros somos todos demócratas y estamos unidos, si te metes con uno te metes con todos, señaló.

El intercambio de acusaciones ocurre después de que la MUD –incluido Voluntad Popular– decidió posponer un juicio contra Maduro por su presunta responsabilidad en la crisis que atraviesa el país y suspendió una marcha al Palacio de Miraflores.

La oposición cedió en su ofensiva para dar una tregua de al menos diez días, hasta que se celebre la próxima reunión de diálogo el 11 de noviembre, para ver gestos concretos del gobierno, como la demanda por un cronograma electoral y la liberación de presos políticos, luego de que el gobierno excarceló la noche del lunes a cinco opositores.

Hace dos semanas el Consejo Nacional Electoral suspendió el proceso de referendo revocatorio con el que la oposición pretende sacar a Maduro del poder, lo que dio pie a que se avivara el conflicto político en el país.