Cuernavaca, Mor.

Miles de personas marcharon ayer del ex convento de Santo Domingo de Tlaquiltenango a la preparatoria de Jojutla para exigir a las autoridades estatales el esclarecimiento de los homicidios de cuatro estudiantes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) –cuyos cuerpos fueron encontrados la mañana del miércoles en el municipio de Yautepec– la detención de los responsables y justicia.

La protesta concluyó con una misa de cuerpo presente, al final de la cual el rector de la institución, Alejandro Vera Jiménez, demandó que el gobierno federal investigue el crimen porque, aseguró, no confía en la Fiscalía General del Estado (FGE) y menos en el gobernador perredista Graco Ramírez.

Detrás de las cuatro carrozas con los cuerpos de las víctimas, unas 4 mil personas, familiares, alumnos y maestros de la UAEM, emprendieron la marcha a las 14:40 horas del ex convento de Santo Domingo, en el municipio de Tlaquiltenango, rumbo a la preparatoria de la UAEM, en la cabecera municipal de Jojutla.

Atrás, los conductores de cientos de automóviles hacían sonar sus bocinas y exigían a gritos justicia y seguridad ante la ola de violencia y las bandas del crimen organizado que, denunciaron, operan impunemente en la entidad.

Treinta minutos más tarde, en la cancha de la preparatoria se inició una misa con los cuerpos de los menores asesinados la madrugada del miércoles (a tres los degollaron y a uno lo mataron de un golpe en la cabeza), cuando acudían a festejar el cumpleaños de uno de ellos, pero en el camino se encontraron con los homicidas, que podrían ser integrantes de la delincuencia organizada, según sus compañeros.

Padres, tíos y abuelos de los muchachos de entre 15 y 17 años de edad estuvieron consternados en la misa. La madre de uno de ellos se desmayó.

Los alumnos de la UAEM, así como el rector, Alejandro Vera, y el secretario de Comunicación, Javier Sicilia, dejaron caer lágrimas y se abrazaron en busca de consuelo, pero al final, cuando se llevaron los féretros, los sollozos se convirtieron en gritos para demandar justicia.

Los cuerpos fueron sepultados en distintos panteones de los municipios de la zona sur: en Zacatepec, Alberto Emiliano Sánchez López; en Jojutla, Francisco Emiliano Carmona Servín, y en Tlaltizapán, Alejandro Medina Juárez y Melesio Pizaña Flores. El primero cursaba el primer año de la preparatoria y los otros tres, el segundo.

Al finalizar la misa, el rector Vera Jiménez exigió que las autoridades esclarezcan este multihomicidio y “dejen de hacer declaraciones sin fundamento, como las que han hecho la FGE y su titular, Javier Pérez, de que los cuatro jóvenes no fueron ejecutados, que no participó el crimen organizado, y que presumen, sin elementos, que se trató de una riña.

Desde aquí le decimos al gobierno (del estado) que no creemos en sus mentiras, que no fue una riña, que esto es producto de la ola de violencia y delincuencia que ellos alimentan con sus acciones y con su corrupción, y que no vamos a dejar que el crimen de nuestros compañeros quede en la impunidad, expresó.

En entrevista, Vera Jiménez sostuvo que Morelos es un estado fallido y que el gobernador y sus colaboradores han vulnerado el derecho a la vida. Se tienen que ir aquellos que no han cumplido con su función. No vamos a permitir que este asunto sea tratado como del fuero común. Nos vamos a manifestar y a repudiar esas falsas acusaciones y conclusiones que han sacado sin evidencia, sin tener a los responsables y sin tener con vida a los jóvenes para que pudieran decir si fue una riña. Para eso estarán nuestros peritos y abogados, advirtió el rector.