Caracas.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo este jueves que no se puede poner una fecha límite al diálogo, como pretende la oposición política, la cual anunció que si no se cumplen sus principales demandas a finales de la próxima semana se retirará de las conversaciones, en momentos en que esta capital fue escenario de movilizaciones de chavistas y de sus detractores.

El gobierno y la oposición iniciaron el fin de semana un diálogo auspiciado por el Vaticano, con miras a superar la aguda crisis que atraviesa el país. En la semana, ambos grupos dieron muestras de acercamiento, como la liberación de activistas y la postergación de un juicio político contra el mandatario en el Parlamento.

No puede haber ultimátum, nadie puede ponerlo, todo tiene su tiempo, afirmó el mandatario desde el palacio presidencial de Miraflores, al instar a la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD, derecha) a no interrumpir el diálogo recién iniciado.

Manifestó que sectores de la oposición local están buscando excusas y razones para no seguir en el diálogo. No, no, quédense ahí, cada quien en lo que es, respetando la Constitución.

El jefe de Estado venezolano respondió así al pronunciamiento de algunos dirigentes de la MUD, quienes señalaron que el gobierno tiene 10 días, hasta la reunión del próximo 11 de noviembre, para cumplir las exigencias del bloque.

Nadie puede pretender que si en 10 días el gobierno no responde o acepta lo que ellos quieren, ellos se van a la guerra. Eso no puede aceptarlo nadie. Así no fue conversado en la mesa... Tenemos que estar a la altura de lo que espera el país, objetó el mandatario.

El proceso de diálogo arrancó muy bien, sin embargo, no se puede engañar a nadie con las expectativas, ya que apenas está empezando y toda Venezuela debe acompañar para que se consolide como instancia permanente de diálogo, explicó Maduro.

Los defensores del presidente instalaron en diferentes puntos de Caracas las denominadas tribunas de paz, donde militantes y voceros del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) analizaron la coyuntura política.

Con la misma finalidad, cientos de integrantes de la Juventud del PSUV se ubicaron desde la noche del miércoles en un campamento a las afueras del Palacio de Miraflores.

La concentración chavista comenzó justo el día en que la MUD iba a realizar una marcha al presidencial Palacio de Miraflores en desafío al gobierno, pero decidió postergarla a la espera de gestos recíprocos en el diálogo iniciado el domingo para dirimir las diferencias y consensuar mecanismos que permitan soluciones a los problemas que afectan al país.

No obstante, cientos de estudiantes universitarios marcharon hasta la nunciatura apostólica para demandar a Maduro que respete la Constitución y permita una salida electoral a la crisis política.

Los manifestantes entregaron en la nunciatura una propuesta de tres puntos: la liberación de cientos de activistas de oposición que son considerados presos políticos –entre ellos algunos estudiantes–, el reabasto de alimentos y medicinas, así como la posibilidad de convocar a elecciones generales.