La tesis que manejan los grupos conservadores, principalmente ligados a la Iglesia católica, sobre la existencia de una ideología de género que intenta borrar la frontera entre lo masculino y lo femenino, es equivocada, aseveró Ana Buquet Corleto, directora del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Entrevistada en el 23 coloquio internacional de estudios de género Sexualidad y Estado, precisó que la ola conservadora que se desató en el país a raíz de la iniciativa de matrimonio igualitario y años antes por la aprobación de la interrupción legal del embarazo en la Ciudad de México maneja una idea completamente errónea de lo que son los estudios de género y el feminismo.

Los mensajes que manda de que la ideología de género promueve la idea de que se busca desorganizar a la sociedad, que los hombres ya no sean hombres y las mujeres ya no sean mujeres, y que entonces vamos al caos absoluto, es completamente errónea. Lo que se plantea desde los estudios de género y el feminismo es que no se siga pretendiendo que toda sociedad tenga un modelo hegemónico de masculinidad y uno de feminidad y que no es verdad que todos los seres humanos tienen que ser heterosexuales.

Apuntó que esa postura precupa enormemente a los grupos conservadores, porque busca disolver formas de subordinación y de sometimiento. Claro que desde los estudios de género planteamos que la familia es una forma solidaria de juntarse entre las personas, pero que no tiene por qué ser la mamá, el papá, el hijo y la hija; pueden ser muchas formas de familia, y más en estos tiempos. Qué mejor que la gente se junte como lo decida y vivir solidariamente.

Indicó que con el apelativo de una ideología de género, tratan de desprestigiar un campo de estudios que es sumamente complejo, que tiene desarrollos teóricos y metodológicos importantísimos y que ha logrado incidir a nivel social de una manera muy importante.

Subrayó que estos grupos no quieren que las mujeres tengan un proyecto de vida propio, sino que sigan ocupándose de la familia y de las tareas domésticas. Buscan manener un modelo de familia en el que el padre es el proveedor y la madre siga en la casa. Pretenden mantener un modelo social obsoleto, que pasa por encima de los derechos de las mujeres.

Dijo que ven en los estudios de género una capacidad de transformación social, que perciben como peligro, y al verlo de esta forma quieren desprestigiar ese campo.