La nostalgia invade a Maritere Ramírez y las emociones surgen a flor de piel. Ganadora del Premio al Mérito Deportivo por su trayectoria, considera que es un gran honor y, lo mejor, ser una historia de vida para compartir con generaciones de medallistas olímpicos.

La ganadora de bronce en los Juegos Olímpicos de México 68, la nadadora más joven en la historia del país, con 14 años, refirió que en su época tuvo muchos reconocimientos, pero nada tan especial como el que recibirá por más de cuatro décadas de carrera.

Desde que supo la noticia ha recibido múltiples felicitaciones por una distinción que anhelaba hace tiempo y que se da justo con los ganadores de medallas olímpicas y paralímpicas de Río de Janeiro 2016, donde, al igual que ellos, sufrió la angustia y nervios de que no había resultados cuando caían los favoritos y casi al final se empezaron a dar las preseas.

Como si estuviera en una competencia, Maritere confiesa: tenía muchas esperanzas de ganar el Premio al Mérito Deportivo por ser año olímpico y cayó. Es muy especial para mí. Han pasado 48 años y me siento feliz.

El paso del tiempo es innegable, ya que en su época los seleccionados no tenían becas ni patrocinadores, mucho menos el avance tecnológico de las computadoras, como tampoco la presión mediática que ejercen las redes sociales. Se tenía televisión a color, que fue la novedad en la justa y no todos los mexicanos contaban con el poder adquisitivo para darse ese lujo.

“Guardo recortes de periódicos de esos años y de mis competencias en el extranjero. Me hicieron unos reportajes bonitos y fotos cuando gané la medalla de bronce y el Tibio (Felipe Muñoz) el oro. Fueron nueve preseas (3-3-3) que no se han superado. Los jóvenes deportistas se han quedado cerca. Algún día...”, dice Maritere con ese dulce tono pausado que la distingue.

María Teresa RamírezFoto tomada del libro
Medallistas Olímpicos Mexicanos, editado por la
Conade

También recuerda la imagen más conocida, que supera aquella con la que obtuvo el bronce en la alberca olímpica Francisco Márquez en la final de 800 metros libre. Eran los Juegos Panamericanos de Cali, Colombia, en 1971, un periodista de aquel país me la mandó. Ya me veía grandecita (ríe), esa mirada, el traje de baño (de rayas) y el agua escurriendo, es de mis favoritas.

Además, María Teresa Ramírez tiene su nombre en una calle de Panamá, en reconocimiento del gobierno de ese país por ser la reina de los Juegos Centroamericanos y del Caribe al ganar ocho medallas en 1970.

Junto con la esgrimista Pilar Roldán (plata) fueron las primeras en marcar la pauta para las generaciones de mujeres que han subido a los podios olímpicos a partir de Sydney 2000, con el impulso que dio Soraya Jiménez al ganar el oro en levantamiento de pesas.

A Maritere le gustaría que el deporte mejorara, porque talento se tiene y es cuestión de hacerlo en equipo. Qué más quisiera uno que se dieran más medallas y apoyo a entrenadores. En mi deporte de repente no dan el tirón y falta el deseo de ganar. Hay que trabajar y tener metas.