Además del Congreso, se aprobarán iniciativas como la del uso de la mariguana
Martes 8 de noviembre de 2016, p. 5
Por fin llegó el día de las elecciones en las que está en juego la presidencia, las 435 curules de la cámara baja y un tercio (34 escaños) del Senado, en el proceso electoral más caro y distinguido por la desaprobación de la mayoría del electorado.
A la vez, a escala estatal, también están en juego 12 gubernaturas estatales y más de 150 iniciativas de referendo sobre una amplia gama de temas, desde la legalización de la mariguana hasta el uso de condones en la industria pornográfica.
En la contienda presidencial los millones de votos a escala nacional se expresarán en 51 elecciones simultáneas en cada estado y la capital, para ser traducidos en 538 votos en el llamado Colegio Electoral, el único que cuenta. El primero en obtener 270 gana. Cada estado tiene sus propias reglas, horarios y normas, y por lo tanto los caminos del proceso se desarrollarán en diferentes momentos y formas.
Pero en este sistema unos 31 a 35 estados ya estarían comprometidos con uno u otro candidato desde el inicio, porque se supone que votarán por el mismo partido que ha ganado ahí históricamente. Por tanto, el enfoque será sobre 15 de los los llamados estados swing o claves. Las primeras casillas abren en Vermont a las 4 am hora de México.
Los primeros resultados preliminares se obtendrán a las 17 horas en Indiana y Kentucky, y después, cada media hora o cada hora, van cerrando de este a oeste hasta que cierran al último, a las 23 horas, las casillas de Alaska.
La rutina es que un consorcio de medios de comunicacíon –Associated Press junto con las principales cadenas nacionales– se encarga de hacer las proyecciones y anunciar ganadores con base en las encuestas a boca de urna (a menos de que el margen sea muy apretado y se requiera ver los conteos actuales). Pero este año algunos medios estarán experimentando con proyecciones durante el curso del día y eso podría dar indicaciones de algunos resultados adelantados, aunque preliminares.
Casi todo girará en torno de los estados claves, y la combinación de triunfos de cada candidato, agregada a los estados ya considerados como suyos (quien gana la mayoría del voto popular en cada estado gana toda esa entidad, con dos excepciones), podría dejar claro el resultado nacional desde relativamente temprano. Por ejemplo, si Clinton gana Florida o Virginia y Carolina del Norte, se supondrá que ya no hay posibilidad para Trump. Pero si el margen está demasiado cerrado en estas entidades, o si Trump las gana, podría ser una noche muy larga antes de que se pueda proyectar el triunfo.
Los estados más observados entre los claves este año incluyen Florida, Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan, Ohio, Nevada y Arizona.
Las legislativas
La batalla por el control del Senado es la más importante políticamente después del concurso presidencial. Por ahora los republicanos tienen una mayoría de 54 contra 46, y los demócratas necesitan conquistar cuatro curules si Clinton gana la elección (el vicepresidente también tiene el puesto de presidente del Senado) o cinco si gana Trump para tomar la mayoría. Las contiendas claves para esta disputa son Wisconsin, Nueva Hampshire, Pensilvania, Carolina del Norte, Florida, Indiana, Nevada y Misuri.
En la cámara baja, los demócratas tendrían que agregar 30 curules para tomar la mayoría, y por lo tanto siempre fue distante la posibilidad de un cambio de control de los republicanos a los demócratas.
Entre las iniciativas de referendo estatales, California, Arizona, Nevada, Maine y Massachusetts votarán iniciativas para legalizar el uso recreativo de la mariguana. Si prospera en California, donde hay creciente optimismo de que será aprobada con su amplio apoyo en varios sectores sociales y por figuras políticas estatales y municipales como el ex alcalde de Los Ángeles Antonio Villaraigosa, se afirma que podría marcar el fin de una parte amplia de la llamada guerra contra las drogas dentro y fuera del país, incluyendo México.
También hay diversidad de iniciativas dedicadas a temas de desigualdad económica y para imponer mayor control o responsabilidad a los ricos. En tres estados hay propuestas ciudadanas para imponer mayores impuestos a los ricos y las empresas para pagar programas sociales, incrementos del salario mínimo en cuatro entidades, protecciones contra incrementos de precio de medicinas en California, límites sobre derechos empresariales, dinero en elecciones en cuatro estados, entre otras.
Otras iniciativas estatales abordan temas ambientales como energía solar, reformas de salud, sobre la pena de muerte (en algunos para restablecer esa práctica, en otros para ampliarla y en algunos más para anularla).
Hay iniciativas para establecer un derecho constitucional que permita pescar y cazar; existe otra en California para obligar a actores de películas pornográficas a usar condones.
El electorado
Estados Unidos está entre los últimos lugares de países avanzados en el nivel de participación electoral. Un 53 por ciento de los ciudanos participó en la última elección presidencial en 2012: unos 129 millones de un total de 241 millones con derecho al voto.
Al final de esta contienda, el modelo de pronóstico del New York Times, The Upshot, le da un 84 por ciento de probabilidad a Clinton de ganar la presidencia; el de FiveThirtyEight le da 69 por ciento y el de Huffington Post 98 por ciento. El promedio de encuestas nacionales por RealClearPolitics acabó con una ventaja de 3.2 puntos para Clinton, casi el doble de hace sólo tres días, pero aún muy reducido. Pero en promedios estatales, la demócrata está enfrentando reducciones en varios de los claves, entre ellos Florida y Ohio, y por tanto aún nadie está cantando victoria.
Los apostadores favorecen a Clinton por 81.3 contra 18.4 para Trump.
Si todo va como dicen los que apuestan dinero, el país tendrá su primera presidenta.
Pero si los resultados son muy cerrados y/o disputados, es posible que no se anuncie un resultado final este martes.