Por tercera ocasión desde que se reformó la legislación que dio origen al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), que entró en vigor el 4 de mayo de 2015, este organismo envió una carta a la Cámara de Diputados para que designe al titular del órgano de control interno del instituto, como corresponde a sus facultades, incumplidas desde esa fecha por los legisladores.

Nos permitimos de manera atenta y respetuosa, si así lo favorece la agenda legislativa, tengan a bien designar al titular del órgano interno de control del Inai, quien tiene reconocida su autonomía en la Constitución y ejerce recursos del Presupuesto de Egresos de la Federación, se expresa en la misiva.

La disposición estipulada en la reforma constitucional aprobada el año pasado en materia de transparencia marcaba como parte de las facultades exclusivas de la Cámara de Diputados, entre otras, designar, por el voto de las dos terceras partes de sus miembros presentes, a los titulares de los órganos internos de control de los organismos con autonomía reconocida en esta Constitución que ejerzan recursos del Presupuesto de Egresos de la Federación.

Desde entonces el Inai tiene un encargado de despacho, Eduardo Contla, responsable de auditoría interna, pero prácticamente el área no ha operado. Incluso, dicha área ha estado acéfala desde la renuncia de Salomón Díaz Alfaro, ocurrida el 15 de febrero de 2015, aún con la anterior conformación del entonces Instituto Federal de Acceso a la Información.

Entre algunos de los asuntos ac que debería abocarse el nuevo titular, destacaría –por lo que hace a las responsabilidades internas– el tortuoso proceso de la construcción de la plataforma nacional de transparencia, aún parcialmente inoperante a seis meses de que la empresa Intellego entregó formalmente este instrumento al Inai, que invirtió 20 millones de pesos en ella.

En junio de 2015, la presidenta del Inai hizo el primero de los tres exhortos a los diputados para que designen al titular, sin éxito hasta momento, quien, al igual que ahora, apelaba a que los legisladores abrieran un espacio en su agenda para designar al funcionario, ya que por ley son los únicos facultados para nombrar.