Estaban suspendidas desde septiembre para asegurar el cumplimiento de diversas normas
Se hicieron 32 inspecciones y sólo a uno se le retiró el permiso
El sector genera 150 mil empleos
Jueves 10 de noviembre de 2016, p. 32
La Habana.
Cuba volvió a otorgar licencias este miércoles para la operación de restaurantes privados en La Habana después de una breve pausa para ayudar a las autoridades a lidiar con la rápida expansión de una de las aperturas más importantes en esta economía estatal.
La prensa local reportó que Isabel Hamze, vicepresidenta en funciones del gobierno de La Habana, dijo que la suspensión fue del 15 de septiembre al 23 de octubre.
Agregó que los inspectores visitaron restaurantes conocidos popularmente como paladares para asegurar el cumplimiento de las normas de salud y seguridad y otras regulaciones. Detalló que visitaron 32 restaurantes y sólo a uno se le retiró la licencia.
Señaló que los restaurantes privados dan empleo a unas 150 mil personas en La Habana, lo que los convierte en importante fuente de crecimiento, pero dijo que necesitan mayor regulación. Hamze informó que los inspectores buscaron violaciones que iban desde la prostitución hasta la compra de bienes robados.
En septiembre pasado las autoridades de la isla suspendieron temporalmente la emisión de licencias para nuevos restaurantes privados, y en ese entonces advirtieron que se asegurarían de que los ya existentes operaran legalmente.
La posición más firme de las autoridades podría perjudicar la oferta culinaria de La Habana en la próxima temporada turística, y es una nueva señal de las dudas del gobierno comunista de Cuba en su apertura a la empresa privada.
Esta medida es temporal y estará vigente mientras se realice el proceso de fiscalización de servicios que se ejecutan en estos momento
, había dicho la vicepresidenta en funciones del Consejo de la Administración Provincial de La Habana, Isabel Hamze, en un video en el sitio web estatal Cubadebate.
Nosotros reconocemos la importancia que tienen para la ciudad estos negocios y el gobierno quiere que sean exitosos, pero dentro del marco de la legalidad
, agregó.
Desde que el presidente Raúl Castro flexibilizó las restricciones a las empresas privadas hace seis años, los restaurantes han florecido, especialmente en la capital, donde los ingresos son más altos y hay un creciente flujo de turistas que demandan mejores menús y servicios que los que ofrece la mayor parte de los establecimientos manejados por el Estado.
Hay cientos de restaurantes privados conocidos como paladares en La Habana y más de mil 700 en otras partes del país.
Hamze dijo que el gobierno de la ciudad se reunió con 129 propietarios de restaurantes para discutir las violaciones a la regulación, como la compra de bienes en el mercado negro, su uso como clubes o discotecas, la tolerancia con la prostitución y la evasión de impuestos.
Otras violaciones mencionadas eran el contrato de artistas fuera de los canales oficiales, permanecer abiertos después de las 3 de la mañana, molestar a los vecinos, ser fuentes dudosas de capital y compras ilegales de edificios.
Hamze dijo que en los diálogos con los propietarios les explicó la necesidad de realizar inspecciones.
Muchos paladares dicen que una excesiva carga impositiva y la regulación que establece que sólo pueden tener un máximo de 50 asientos hacen que les sea difícil cumplir con la ley y mantenerse a flote.
Su mayor queja es que deben comprar todas las provisiones en mercados y negocios estatales, frecuentemente con sobreprecios, a diferencia de sus competidores administrados por el Estado, que tienen acceso a mercados mayoristas y no tienen restricciones de capacidad.