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Griegos de la isla Hydra e israelíes lamentan la muerte del autor

Los restos de Leonard Cohen fueron inhumados en Montreal
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Cohen adquirió una casa en la isla de Hydra en los años 60 (izquierda). Ahí escribió algunos libros, como Flores para Hitler y El juego favorito. A la derecha, su casa en Montreal Foto Afp y Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 12 de noviembre de 2016, p. 7

Montreal/ Atenas/ Jerusalén.

Los restos de Leonard Cohen, fallecido el jueves pasado en Los Ángeles, fueron inhumados en Montreal en una ceremonia familiar, reportaron ayer medios canadienses que citaron a la congregación judía Shaar Hashomayim.

Hineni, hineni, my Lord (Aquí estoy, mi señor) y otras palabras de la canción You Want it Darker de su último álbum, publicado en septiembre pasado, acompañaron la ceremonia en honor del poeta y músico en el cementerio judío Shaar Hashomayim, en las colinas de Mont-Royal, en el corazón de Montreal, su ciudad natal, según el comunicado del rabino Adam Scheier, reproducido por el diario La Presse.

Era el deseo de Leonard ser enterrado según el rito tradicional judío junto a sus padres, decía el comunicado de la congregación.

Lloran en Grecia e Israel

Entre los numerosos fans entristecidos por la muerte del cantautor y poeta canadiense están los habitantes de la pequeña isla griega de Hydra, que ocupaba un lugar especial en el corazón del músico.

Era su refugio, recuerda Stavros Duskos, dueño de la taberna Xeri Elia, situada en el centro de la mayor ciudad de Hydra. Tenemos buen vino, y le gustaba tocar la guitarra aquí.

Cohen compró una casa en Hydra, a menos de dos horas de Atenas, a principio de los años 60, cuando la isla atraía a los artistas bohemios.

Ahí escribió su controvertido poemario Flores para Hitler, su primera novela, El juego favorito, y Hermosos perdedores, libro que aborda la religión y la sexualidad y que le valió comparaciones con James Joyce.

En Hydra conoció a su musa noruega, Marianne Ihlen, a quien dedicó la balada So Long Marianne. Creo que te seguiré muy pronto, escribió Cohen a Marianne en julio pasado, días antes de que ésta falleciera.

Según Duskos, hacía años que el artista no viajaba a Hydra, “porque le resultaba demasiado difícil escalar los numerosos peldaños que subían hasta su casa.

Pero su hijo Adam sigue viniendo, añade. En el reverso del menú de Xeri Elia se puede leer un poema que Leonard Cohen dedicó a la taberna. Es un poema que describe la vida cotidiana de los marinos de Hydra, precisa el alcalde de la isla, Yorgos Kukudakis.

Israel llora la muerte del poeta y músico canadiense, a quien apreciaba por su obra y consideraba como uno de los suyos, por sus raíces judías.

Las redes sociales y las páginas web israelíes están llenas de imágenes y citas de Cohen, y las personalidades políticas rindieron homenaje al artista.

Cohen fue criado por un abuelo rabino y nunca cambió su apellido, muy común entre los judíos. Algunos de sus textos se inspiraban incluso en la tradición y la liturgia de dicha religión.

Sus raíces lo llevaron a defender el Estado de Israel, como durante la guerra de Yom Kipur, en 1973. Iré a detener las balas egipcias, escribió en un poema.

Las dos principales radios israelíes le dedicaron ayer horas de programación y usuarios de Facebook y Twitter publicaban fotos suyas y enlaces que remitían a sus canciones.