A pesar que en América Latina se estima que la tasa anual de digitalización promedio creció a un ritmo de 9.68 por ciento entre 2009 y 2013, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) advierte que eso no se ha traducido en una reducción de la brecha digital.

Agrega que sólo el acceso a la banda ancha móvil se ve limitado, pese a la disminución de tarifas en algunos países de la región, debido a que el ingreso promedio de la mayoría de la población es tan reducido que estos avances no permiten superar de manera sostenible la barrera económica.

En el informe Entornos digitales y políticas educativas. Dilemas y certezas, destaca que entre los principales desafíos para que la digitalización llegue a las aulas está no sólo garantizar el acceso a la tecnología e Internet, sino superar la limitación en la producción de contenidos locales.

Agrega que la demanda de tecnologías de la información y la comunicación continúa aumentando en la zona, y destaca la importancia creciente del acceso móvil a plataformas digitales.

Aunque las diferencias de acceso a Internet y banda ancha móvil se han reducido en comparación con naciones desarrolladas, incluso los internautas latinoamericanos destacan por ser los usuarios de redes sociales más numerosos en el planeta, superando a Europa y Asia, aún hay sectores de la población de la zona que no pueden acceder a una red de calidad.

La Unesco agrega que la mayoría de los países latinoamericanos aún están en las fases de transición o emergentes en sus procesos, pues sólo hay cuatro países –Chile, Uruguay, Panamá y Costa Rica– que, se considera, están en estados avanzados, por lo que, se estima, sólo 4.8 por ciento de la población de la región está viviendo en contextos de sociedad digitalizada avanzada.

Si bien reconoce que el proceso tiene un impacto socioeconómico multidimensional, que incluye crecimiento del producto interno bruto, creación de empleo e innovación, los hogares de los deciles más pobres son los que tienen menos acceso a dicho proceso.

El crecimiento de la digitalización en la zona no ha sido suficiente para cerrar brechas en la adopción de tecnologías digitales. El análisis de penetración de Internet a nivel de hogares permite observar una heterogenidad en el interior de los países, agrega el informe.

A diferencia de las naciones desarrolladas, donde la masificación de Internet depende de preferencias individuales o limitantes generacionales, en los países en desarrollo su difusión está determinada por la disponibilidad de infraestructura y otras características socioeconómicas y demográficas.

Destaca que en un grupo importante de estados latinoamericanos el acceso de los hogares a Internet no supera 25 por ciento, lo que se debe, principalmente, a la desigualdad en el nivel de ingresos.