Ante la posibilidad de que millones de migrantes sean deportados a México, luego de que el ahora presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, comience su mandato, Franco Coppola, nuncio apostólico en México, precisó que existe una gran diferencia entre los ofrecimientos de campaña y lo que realmente pueden hacer los políticos una vez que entran en funciones.

Entrevistado al concluir la presentación del informe Libertad religiosa en el mundo 2016, exhortó a los migrantes y a sus familiares a no tener miedo y a privilegiar la esperanza, e hizo hincapié en que esto no significa quedarse con los brazos cruzados ante la amenaza, sino que también se debe luchar para defender los derechos. A los migrantes católicos les dejó en claro que no están solos en este trance, pues la Iglesia los apoya y remarcó que la Virgen de Guadalupe los protege y acompaña y que Dios no se olvida de ellos. También confió en que los estadunidenses sabrán aconsejar y orientar a sus autoridades para tomar las decisiones en diversos temas, incluida la migración.

Mi mensaje es que no hay que tener miedo; claro, hay dificultades en la vida; creo que nadie como los migrantes saben bien las dificultades, pero no hay que tener miedo. En concreto con el presidente Trump, una cosa es lo que los políticos dicen en campaña y otra cosa es lo que pueden hacer en la vida de cada día, aunque estén al mando de un país. Entonces vamos a ver, hasta ahora no ha entrado en funciones, inicia en enero del año próximo. Vamos a ver, yo no creo que todo lo que él dijo podrá realizarlo, creo que, como se ha dicho aquí, él supo interpretar los miedos de la población (...) Tengo esperanza de que un gran país como Estados Unidos sabrá ayudar a sus autoridades a dar la respuesta.

Remarcó que ante situaciones como ésta, la Iglesia debe hacer llegar su mensaje de mejor forma. Apuntó que se experimenta un cambio de época, y ante ello hay que cambiar también la manera de comunicar la fe (...) Me acuerdo que cuando era pequeño era casi automática la transmisión de la fe; no había Internet, no había otras voces y uno crecía en la misma fe, ideas y filosofía de los padres; ahora estamos en un mercado libre, hay muchas voces, mercancías que se ofrecen muy atractivas; hay que ponerse en el libre mercado y saber entender lo que tenemos que vender.