Opinión
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México SA

Trump: también la banca

La de México, expuesta

Aumenta empleo precario

D

ice el meteorólogo Agustín Carstens que ha disminuido la magnitud del huracán Trump (según definición del propio gobernador del Banco de México, quien ahora dice que el energúmeno se muestra más conciliador), pero lo cierto es que desde el resultado electoral en el vecino del norte todos los sectores de la actividad económica mexicana (de la A a la Z) se han puesto a temblar por las anunciadas políticas que el vencedor pondría en marcha.

Ahora resulta que hasta el siempre cómodo, protegido y rescatado sistema bancario que opera en el país (la mayoría de él en manos foráneas) estaría en riesgo sublime por las acciones del gánster de pelos amarillos que despachará en la Casa Blanca a partir del próximo 20 de enero.

En su más reciente reporte la calificadora Fitch advierte que los bancos mexicanos estarían entre los más expuestos en Latinoamérica en el caso de que algún cambio en la política económica de Estados Unidos, bajo la administración del presidente electo Donald Trump, afectara significativamente el comercio y el crecimiento dentro de la región. En el corto a mediano plazos, los efectos para los bancos mexicanos probablemente estarían parcialmente contenidos por los fundamentos financieros sólidos de los bancos. Sin embargo, a más largo plazo, podría haber un potencial negativo en la calidad de los activos, el crecimiento de los préstamos y la rentabilidad, de haber un giro hacia un proteccionismo estadunidense.

El punto aquí es que la banca que opera en México mayoritariamente no es… mexicana, de tal suerte que las filiales de los corporativos financieros trasnacionales –como Citibanamex– que operan aquí estarían obligados a plegarse a las leyes de Estados Unidos o a los chantajes de su presidente, so pena de ser sancionados. Allí está el caso de Ford Motor Company, que en un principio dijo que de aquí no se movería y que instalaría otra planta armadora en territorio mexicano, para minutos después recular y reconocer que no movería un tornillo hacia tierra azteca.

Dice Fitch que la relación bilateral representa una proporción significativa de los flujos de comercio, inversión y remesas hacia el interior de México. La incertidumbre sobre la dirección futura de la política estadunidense ya ha incrementado la volatilidad de la moneda y del mercado de capitales en este año, en un momento en que el crecimiento del comercio mexicano ha estado cayendo debido a la menor producción industrial de Estados Unidos. Los riesgos potenciales para las perspectivas económicas de México tendrían efectos directos en el sector bancario. Una incertidumbre prolongada y elevada podría influir en el crecimiento del consumo y de las inversiones, lo que podría actuar como un obstáculo para los préstamos y la rentabilidad en general. Además, la caída reciente en los precios de la deuda soberana mexicana podría traducirse en cargos por valuaciones en los portafolios de inversión de los bancos, representando desafíos para las ganancias provenientes de ingresos por intermediación de valores.

Más allá de los amplios efectos macroeconómicos, señala la calificadora, una fuente clave de vulnerabilidad bancaria podrían ser las importantes carteras de préstamos de los bancos mexicanos a aquellos grandes conglomerados que dependan en gran medida del comercio exterior. Los préstamos corporativos y comerciales representan más de 40 por ciento de las carteras crediticias de los principales bancos. Varios sectores corporativos mexicanos claves, especialmente aquellos con grandes exportaciones y exposiciones a deuda denominada en dólares, podrían estar en riesgo en caso de un fuerte giro proteccionista en Estados Unidos. La calidad de los activos podría deteriorarse ligeramente en el mediano plazo, debido al crecimiento mayor de los préstamos en años recientes, y dicha tendencia podría exacerbarse si los riesgos para el crédito corporativo aumentaran.

En otro orden, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, resalta que el número de trabajadores registrados ante el IMSS aumentó 4.1 por ciento en el tercer trimestre del año, ritmo de crecimiento mayor al de la economía mexicana. No obstante, la totalidad de dichos trabajadores no se puede contabilizar como nuevas fuentes de trabajo debido a que algunas plazas ya existían y únicamente se formalizaron.

Así es: plazas existentes simplemente registran como de nueva creación, cuando en realidad se formalizaron pero no se crearon. De cualquier suerte, apunta el CIEN, las condiciones bajo las cuales se encuentran dichas fuentes de trabajo no son del todo favorables, en particular al considerar el nivel de remuneraciones otorgado. En este sentido, más de 32 millones de personas (alrededor de 62 por ciento de la población ocupada) en nuestro país ganan, en el mejor de los casos, hasta tres salarios mínimos al día, lo que equivale aproximadamente a 6 mil 574 pesos al mes, como máximo. Y ello se ha registrado antes de la era Trump.

En el periodo de referencia, se registró una reducción en el número de personas que ganan los rangos salariales más altos en comparación con las cifras obtenidas durante el tercer trimestre del año pasado. De esta forma, los trabajadores que devengan más de cinco salarios mínimos retrocedieron 2.5 por ciento y aquellos que ganan más de tres y hasta cinco salarios mínimos disminuyeron 8.2 por ciento, lo que en conjunto representa más de 675 mil personas que obtienen una remuneración menor por su trabajo. En contraste, los rangos salariales más pequeños fueron los de mayor crecimiento durante el periodo en cuestión. Ejemplo de ello se aprecia en el número de trabajadores que perciben más de uno y hasta dos salarios mínimos con un incremento de 6 por ciento, así como la cantidad de personas que devengan hasta un salario mínimo que aumentó 14.1 por ciento.

Como bien apunta el citado centro de investigación, los niveles marginales de crecimiento sólo conducirán a la generación de empleos de mala calidad, cuyas remuneraciones resultan insuficientes para satisfacer las necesidades básicas de la población. Para impulsar el crecimiento económico y que esto se traduzca en la creación de mejores puestos de trabajo, es necesario contar con un mercado interno sólido.

Las rebanadas del pastel

Y el dólar cierra semana financiera en 21.15 masacrados pesitos.

Twitter: @cafevega