Sin el trabajo y sacrificio de los migrantes, la economía de Estados Unidos se verá seriamente afectada, advierte Paul Chávez, uno de los ocho hijos del líder social César Chávez, legendario activista que dedicó su vida a defender las garantías de los campesinos en California.

Afirmó que los connacionales realizan trabajos por salarios inferiores que otros no aceptan, y en condiciones que empleados estadunidenses nunca tolerarían.

Nuestra lucha no es como un juego de futbol, en el que gana quien mete más goles. Tampoco es como los famosos concursos de belleza de Donald Trump, donde hacen todo un espectáculo y al final los jueces deciden quién es la triunfadora; y mucho menos es una campaña electoral, donde el candidato que tiene más votos se lleva la victoria. Nuestra lucha se acaba solamente cuando dejamos de pelear.

Presidente de la Fundación César Chávez, el activista llegó ayer de Los Ángeles a la Ciudad de México en breve visita para recibir hoy, en nombre de su padre, el reconocimiento póstumo por la Igualdad y no Discriminación 2016, que el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) entrega a personas, instituciones y organizaciones que impulsan el ejercicio real de los derechos de las personas.

Acciones en favor de los connacionales

En entrevista con La Jornada, señaló que ante la advertencia de Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, de deportar a más de 3 millones de mexicanos cuando tome posesión, la fundación a su cargo realizará una serie de acciones en favor de los connacionales, pero esperarán las decisiones finales que tome el republicano.

“Si cumple su palabra no habrá quien levante la cosecha y ofrezca de comer no sólo a Estados Unidos, sino a todo el mundo. Si no fuera por la mano de obra migrante, en el campo no habría producción, ya que más de 80 por ciento de quienes trabajan en ese sector no tienen documentos.¿Quién hará ese trabajo si los echan del país? No digo que debemos bajar las manos y darnos por vencidos; todo lo contrario.

Mi padre decía que su lucha se llenaba con más derrotas, impedimentos, contratiempos y victorias, y que sólo perdemos cuando dejamos de combatir, cuando nos damos por vencidos, y acá estamos para declarar al mundo que seguimos con el trabajo que empezó mi papá.

Vendrán momentos difíciles, dijo, pero confió en que el próximo presidente de Estados Unidos modere su discurso hacia este sector de la población. Durante la campaña hizo promesas muy exageradas, pero en los últimos días contuvo sus declaraciones y esta semana se negó a hablar de la migración. Tenemos que esperar.

Frente a los ataques racistas, xenófobos y de prejuicio de que han sido víctimas algunos mexicanos, afirmó que no van a permitirlo; incluso, añadió, en días recientes cientos de personas y universitarios han salido a las calles para protestar y exigir respeto a sus garantías individuales.

Estamos listos para proteger a los trabajadores. Sabemos que la acción política es la base de todo. Hay mucha gente que cree en una sociedad justa y que el migrante es una fuerza positiva. Las promesas y garantías de nuestra nación se deben extender a todos. Hay mucha gente que está lista para seguir peleando reiteró.

La Fundación César Chávez promueve la construcción de viviendas económicamente accesibles para comunidades de bajos recursos en cuatro estados del país vecino; la operación de Radio Campesina, con nueve estaciones de radio educativa en español; programas tutoriales para estudiantes hispanos y la operación del Centro Nacional Cesar Chávez, ubicado en La Paz, California, donde su padre trabajó y vivió durante 25 años.