Las políticas contra la violencia en el país no funcionan porque se basan en la reacción y no en la prevención, afirmaron especialistas en temas de seguridad.

Ayer, en el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se realizó el foro Ciudad de México, seguridad de todos, donde Pedro Peñaloza, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales, lamentó que en las políticas públicas se prioricen, hasta en lo presupuestal, las estrategias de reacción, punición y encierro en lugar de las de contención e igualitarias.

La política de la clase dominante, dijo, ha sido un desastre, pues uno de los únicos instrumentos para combatir el delito es el encierro.

Peñaloza propuso crear un sistema social de prevención del delito, con la finalidad de que las autoridades competentes puedan retomarlo en todos sus términos.

René Jiménez Ornelas, del IIS y coordinador del foro, aseveró que el propósito es generar reflexión y diálogo para definir no sólo acciones para resolver el problema de la inseguridad y la violencia, sino para dar seguimiento a lo que se plantee.

En entrevista, se manifestó en contra de que la ciudadanía tome revancha contra los delincuentes (como el reciente caso del Justiciero), pues va contra el estado de derecho, aunque acotó que se trata de acciones comprensibles ante la incapacidad de las autoridades de todos los niveles de gobierno de cumplir con su obligación de garantizar seguridad y bienestar.

La primera mesa se enfocó en la prevención de la violencia de género. Ahí, Gloria Luz Alejandre, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, sostuvo que este tipo de violencia se da por un patrón cultural que debe ser modificado, y criticó que México sea probablemente el único país del mundo donde el transporte público tiene espacios reservados para mujeres debido al acoso constante que enfrentan.

Patricia González, del Instituto de Investigaciones Jurídicas, afirmó que las estructuras normativas tienen un enfoque relacionado con la cultura patriarcal y generan enorme desigualdad entre hombres y mujeres.

En los temas de violencia familiar y de género, dijo, el gobierno desalienta y no coadyuva ni impulsa la denuncia. Y los casos que se han atendido han sido acompañados por organizaciones de la sociedad civil.

Rosa María Álvarez, del IIJ, advirtió que la violencia social está a punto de salirse de control.