El papa Francisco vuelve a la misoginia clerical, afirma experta
Jueves 24 de noviembre de 2016, p. 37
La facultad que otorgó el papa Francisco a todos los sacerdotes de absolver a las mujeres que abortan “es un perdón no solicitado que las revictimiza, colocándolas como culpables y necesitadas de una redención otorgada por hombres”, consideró la teóloga feminista Marilú Rojas.
En el foro de Análisis Estado laico y matrimonio igualitario, ¿por qué se rechazó la iniciativa presidencial?, precisó que con esto el pontífice “da un salto hacia atrás impresionante. Vuelve otra vez con una misoginia clerical, patriarcal y machista que raya en la revictimización de las mujeres”.
Aparte, Regina Tamés, directora del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), indicó que “es importante que el aborto sea un pecado más, como muchos otros, eso es algo positivo”. Dijo que es “increíble” que el pontífice hable “en tantas hojas” (la carta apostólica Misericordia et Misera) de las mujeres y no de los hombres violadores”.
En entrevista, Gabriela Juárez Palacios, secretaria ejecutiva del Observatorio Eclesial, señaló que el Papa dio un “paso importante al abrir el perdón a las mujeres que lo requieren, para que no tengan que ir a una instancia superior”. Apuntó que “aún así el perdón que da Francisco muchas mujeres no se lo han pedido, incluso a muchas de la Iglesia católica no les interesa ni lo necesitan, porque están más conscientes de su derecho a decidir si optan por una interrupción legal del embarazo”.
Precisó que, pese a esto, la medida es “importante porque también está la otra parte de mujeres católicas que cargan con el peso de haber abortado, pues como el Papa dice: ‘No lo hacen sintiéndose felices, sino hay toda una situación de crisis emocional’, y eso es lo que quiere salvaguardar”
En tanto, la Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir, así como sus secciones en Perú y México, consideraron que en la carta apostólica el Papa “muestra un acercamiento a la realidad de muchas mujeres que están ante el imperativo de interrumpir un embarazo no deseado”.