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Adiós, Fidel Castro

Obama apunta que Estados Unidos tiende una mano de amistad al pueblo de la isla

El líder cubano, dictador brutal; su legado, pelotones de fusilamiento, señala Trump
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Miembros de organizaciones políticas y sociales se manifiestan ayer frente al obelisco en Buenos Aires, Argentina, tras el fallecimiento de Fidel CastroFoto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Domingo 27 de noviembre de 2016, p. 8

Washington.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, calificó al fallecido líder de la Revolución Cubana Fidel Castro como un dictador brutal que oprimió a su propio pueblo durante casi seis décadas.

El legado de Fidel Castro es de pelotones de fusilamiento, robo, sufrimiento inimaginable, pobreza y la denegación de derechos humanos fundamentales, sostuvo el republicano en un comunicado.

El magnate advirtió que su gobierno, que comienza el 20 de enero próximo, hará todo lo que pueda para garantizar que el pueblo cubano finalmente inicie su avance hacia la prosperidad y la libertad, y que él se suma a la esperanza de muchos cubano-estadunidenses de ver algún día una Cuba libre.

Previamente tuiteó: ¡Fidel Castro está muerto!

El presidente saliente, Barack Obama, dijo que Estados Unidos tiende una mano de amistad al pueblo cubano al morir Castro. La historia registrará y juzgará el enorme impacto de esta personalidad singular sobre el pueblo y el mundo a su alrededor, indicó en un comunicado, en que subrayó: La discordia y los desacuerdos políticos profundos caracterizaron la relación entre Estados Unidos y Cuba durante seis décadas y que se ha esforzado para dejar atrás el pasado.

Obama y el presidente cubano Raúl Castro restablecieron en 2015 las relaciones de Estados Unidos y Cuba, rotas en 1961.

Relaciones con el adversario

En su reacción inicial a la muerte de Castro, Trump no aclaró si cumpliría las amenazas que hizo al final de su campaña hacia la Casa Blanca, cuando dijo que daría marcha atrás a los pasos de Obama para restablecer las relaciones con el ex adversario de la guerra fría.

Pese a la resistencia del Congreso de su país, Obama usó sus poderes ejecutivos para flexibilizar restricciones financieras, al comercio y los viajes hacia Cuba, al afirmar que era hora de intentar la vía diplomática después de que el bloqueo comercial de medio siglo no logró un cambio de gobierno en la isla.

Fidel Castro enfrentó a 11 presidentes de Estados Unidos, y en 40 años (1958-2000) escapó a 634 complots asesinos, según Fabián Escalante, ex jefe de inteligencia cubana.

El presidente de la Cámara de Representantes estadunidense, Paul Ryan, consideró que al morir Castro, deberían morir con él la crueldad y opresión de su régimen, y aseveró que Washington debe comprometerse plenamente con la tarea de llevar libertad al pueblo cubano.

De su lado, el congresista demócrata Jim McGovern, quien viajó con Obama en marzo pasado a Cuba, exhortó al retiro de todas las restricciones hacia la isla. Resaltó que durante sus reuniones con el fallecido líder cubano le expresó su firme desacuerdo en cuestiones de respeto a los derechos humanos y le pidió que se implementaran reformas, pero también reconoció los esfuerzos de Cuba para ampliar la educación y la atención a la salud.

“Trajo la guerra fría al hemisferio occidental”

La prensa estadunidense dedicó enormes espacios de sus ediciones electrónicas al fallecimiento de Castro. El diario The New York Times destacó que se trató del líder revolucionario que desafió a Estados Unidos. Castro “trajo la guerra fría al hemisferio occidental, atormentó a 11 presidentes estadunidenses y por instantes puso al mundo al borde de una guerra nuclear”, añadió.

De acuerdo con el diario, Fidel se tornó una figura internacional cuya importancia en el siglo XX superó largamente lo que podía esperarse del jefe de Estado de una isla del Caribe con 11 millones de habitantes.

El diario The Washington Post aseveró: “aunque amado por una legión de seguidores, sus detractores vieron a Fidel Castro como un líder represivo que convirtió a su país en un gulag”.

Para Los Angeles Times, Fidel fue un ícono revolucionario cuya influencia se sintió mucho más allá de Cuba.

El Miami Herald, por su parte, señaló que Fidel Castro Ruz condujo la isla caribeña durante casi cinco décadas y fue una figura de barba rala y uniforme de combate cuya larga sombra se extendió por América Latina y el mundo.