Nueva York.

Sé cortés, profesional, pero ten un plan para matar a todos con los que te encuentres, aconsejó a sus marines en Irak. Es sólo uno de los famosos aforismos del general retirado de los marines James Mattis, nombrado por Donald Trump nuevo secretario de Defensa. Es un reconocido guerrero, intelectual militar, que fue comparado por su nuevo jefe como lo más cerca que tenemos al general George Patton (en referencia al legendario militar de la Segunda Guerra Mundial).

El apodo de Mattis es Mad Dog (algo así como perro rabioso o perro furioso), cuya carrera, de unos 44 años en las fuerzas militares, culminó en su puesto de comandante del Comando Central, encargado de Medio Oriente, pero que aparentemente llegó a su fin en 2013, cuando el gobierno de Barack Obama lo sustituyó después de considerarlo demasiado rabioso en su postura militar, sobre todo en torno a Irán.

Desde que se retiró, hace cuatro años, Mattis ha estado en el Hoover Institution, en la Universidad de Stanford. Su ratificación requiere que el Congreso apruebe una medida para evadir una ley federal que establece que un secretario de Defensa no puede haber estado en el servicio militar activo durante los siete años previos a ser nombrado –sería sólo el segundo ex general en asumir el cargo.

Mattis es considerado una de las figuras militares más influyentes de los últimos tiempos. Ha criticado la pérdida de influencia de Washington en el ámbito internacional y considera que Irán es la mayor amenaza para la estabilidad y la paz en Medio Oriente.

Comparte con Trump la necesidad de una posición más agresiva en los asuntos militares a escala internacional, pero no necesariamente en todo. Por ejemplo, aunque considera que el acuerdo nuclear con Irán sólo demorará pero no evitará el desarrollo de una arma atómica de ese país, por el monento se opone a que Washington anule el acuerdo, a menos de que se dé una violación clara y presente.

Incluso parece que Mattis ha provocado que Trump cambie su posición sobre la tortura que tanto repitió durante la campaña. Después de entrevistarse con Mattis, Trump comentó al New York Times que estaba sorprendido cuando Mattis dijo que no favorecía técnicas de tortura, como el waterboarding, y que le indicó que siempre había encontrado que dame una cajetilla de cigarros y un par de cervezas y hago mejor con eso que con la tortura, y que eso lo impresionó.

Mattis ha participado en una amplia gama de asuntos militares durante sus más de cuatro décadas en el servicio militar, desde comandar una fuerza de tarea de marines en Afganistán en noviembre de 2001 y una división en la invasión a Irak en 2003, a encabezar el proceso de transformación de la OTAN entre 2007 y 2010

Es coautor del actual manual militar sobre contrainsurgencia, con el entonces general del ejército David Petraeus –ahora bajo consideración como secretario de Estado.

Famoso por ser directo y poco diplomático, sus declaraciones –conocidas como mattismos- han provocado problemas en ciertos momentos, pero también han nutrido su imagen. Al hablar ante unos marines que estaban por entrar en combate, les dijo: Hay cazadores y víctimas. Por su disciplina, astucia, obediencia y nivel de alerta, decidirás si eres cazador o víctima. De verdad es muy divertido.

En un mensaje a líderes iraquíes después de la invasión estadunidense, afirmó: Vengo en paz. No traje artillería. Pero les ruego, con lágrimas en mis ojos: Si chingan conmigo, los mataré a todos. Otro: “Hay algunos que creen que tienes que odiarlos para dispararles. No creo que sea así. Es sólo business”. Sin embargo, algunos argumentan que su franqueza también es para mostrar a civiles la brutalidad de la guerra.

Algunos, en Washington, incluyendo republicanos, preocupados por la nula experiencia de Trump en asuntos de seguridad, apuestan a que Mattis podrá moderar algunas de las posiciones más extremas del presidente electo, por ejemplo sobre Siria o Rusia, y también limitar la influencia de otros integrantes del nuevo gabinete.

En el cuartel Trump

Regresando de su primera escala en su vuelta de victoria en Ohio, donde retomó el mismo tono de la campaña (o sea, no adoptó lo que llaman uno presidencial), volvió a su costumbre de repetir hechos falsos (por ejemplo, afirmó que la tasa de crimen violento está en su punto más alto en 45 años, cuando las estadísticas oficiales de la FBI más recientes dicen que ese índice está en su punto más bajo en 51 años, reportó Poltiico), Trump atendió al desfile de figuras que podrían ser o no integradas a uno de los 4 mil puestos que nombra un presidente en la rama ejecutiva. Indicó que buena parte del resto de los puestos del gabinete serán anunciados la semana próxima.

Trump sigue provocando temores por su aparente ignorancia diplomática. Hoy habló con el presidente de Taiwán, rompiendo con la práctica de casi cuatro décadas de que ningún mandatario estadunidense ha tenido comunicación con el gobierno de ese país, en lo que podría provocar una riña con China, informaron medios alarmados. Estados Unidos rompió relaciones con Taiwán al reconocer al gobierno chino en 1979.

También habló con el presidente Rodrigo Duterte, de Filipinas, a quien invitó a visitar la Casa Blanca, según un vocero del gobierno filipino, algo que sorprendió a diplomáticos, quienes están alarmados por la supuesta campaña anticrimen violenta de ese gobierno y sus insultos contra Estados Unidos y Barack Obama.

El miércoles Trump habló, sin consultar con expertos del gobierno, con el primer ministro de Pakistán, Nawiz Sharif. El informe oficial de la llamada fue ofrecido por el gobierno paquistaní, el cual señala que el presidente electo le dijo que “usted es una persona maravillosa… Su país es asombroso, con oportunidades tremendas. Los paquistaníes son uno de los pueblos más inteligentes”. Al ser invitado a Pakistán por Sharif, Trump respondió: Me encantaría ir a un país fantástico, un lugar fantástico de gente fantástica. El equipo de Trump no corroboró la información ni hizo ningún comentario. Muchos preguntaron cuál será la reacción de India.

Trump, autoproclamado campeón de los trabajadores industriales, anunció hoy un foro estratégico y políticas para asesorarlo sobre medidas económicas, encabezado por el multimillonario de fondos buitres Stephen Schwarzman y compuesto por algunos ejecutivos en jefe más ricos del país, incluyendo los que encabezan General Motors, JP Morgan Chase, Disney, IBM y BlackRock.