Martes 6 de diciembre de 2016, p. 33
Puebla, Pue.
Unos mil 500 campesinos de Santa Rita Tlahuapan, municipio ubicado en la zona de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, cerraron ayer durante tres horas los accesos a la fábrica de la transnacional Nestlé para protestar por la sobrexplotación de los mantos acuíferos de la zona sin aplicar medidas para que se recuperen.
Érick Serrano López, representante regional del Comité Sierra Nevada, perteneciente a la Central Independiente de Organizaciones Agrícolas y Campesinas de José Dolores López Domínguez, relató que la Unión de Silvicultores del Izta-Popo, a la que pertenecen 34 ejidos dueños de 64 hectáreas de bosque, decidió bloquear la planta porque ya intentaron exponer a la compañía –instalada en Santa Cruz Otlatla– los estragos que ha causado al sobrexplotar las fuentes de agua que embotella con la marca Santa María.
Representantes de los labriegos fueron recibidos por Antonio Barranco, quien se presentó como responsable de relaciones con la comunidad, pero no atendió a los agricultores en una oficina, sino en el área de casetas de vigilancia.
El presidente del comisariado ejidal de Tlahuapan, Marcelino Ventura, recordó que desde que la empresa se instaló, hace más de cinco años, no ha entregado ni siquiera uno por ciento de la utilidad que obtiene con el agua embotellada a fin de garantizar la recarga de los mantos. Además, reprochó a Nestlé no ofrecer información veraz sobre el impacto de sus actividades.
Propusieron medidas para contrarrestar el daño que causa la planta, como la creación de viveros forestales y obras para captar y aprovechar mejor el agua.
Los ejidatarios pidieron que la transnacional dote a las comunidades de un vehículo para realizar patrullajes que eviten la tala clandestina y alerten de incendios. Érick Serrano también señaló que necesitan equipo para sofocar conflagraciones, efectuar chapeo y limpiar forrajes, de radiocomununicación y de localización satelital. Igualmente demandó que se reparen caminos.
El representante de Nestlé respondió que llevaría las propuestas a sus superiores y que el próximo 14 de diciembre les daría respuesta.
Esto está al borde, si no de un estallido social, sí de que la gente tome medidas más drásticas, como no permitir que la empresa siga aquí si no hace algo por mejorar las cosas
, advirtió Serrano López.