Cancún, Qr.

Los Amigos de la Tierra Internacional instalaron a los 193 gobiernos reunidos en el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) 2016, en el contexto de la 13 Conferencia de las Partes (COP13), a imponer una moratoria sobre el uso de la controvertida tecnología de extinción genética, conocida como impulsores genéticos.

De acuerdo con Dana Perls, coordinadora de la Campaña Internacional de Comida y Tecnología de la organización no gubernamental (ONG), las secuelas aún se desconocen del todo, pero por lo poco que se sabe sería aún más agresiva que el uso de transgénicos.

En charla con La Jornada, la activista de origen estadunidense explicó que los impulsores genéticos son una tecnología de ingeniería experimental cuyo objetivo es la diseminación agresiva de un rasgo específico en una especie o población de la naturaleza, y podría provocar incluso su extinción, detalló.

Más de 160 organizaciones civiles de todo el mundo se unieron al llamado, entre otras las uniones Internacional de Trabajadores de Alimentos y la de Científicos Comprometidos con la Sociedad (México), que representa a más de 10 millones de trabajadores en 127 países, así como la Vía Campesina Internacional.

No hay al momento ni el conocimiento ni la comprensión para liberar impulsores genéticos en el ambiente. Ni siquiera sabemos qué preguntas se deben hacer, y conducir a la extinción de cualquier especie tiene serias implicaciones éticas, sociales y ambientales, dijo Dana Perls.

Esa tecnología de extinción genética es una solución falsa a problemas de conservación y puede ser rápidamente adoptada por empresas de agronegocios y/o militares, por lo que necesitamos una moratoria inmediata. Es esencial hacer un alto para debatir y reflexionar.

El tema de los impulsores genéticos será uno de los debates más intensos durante el CDB, aseguró, y añadió que el tema avanza velozmente sin regulación. Hay inversiones de millones de dólares en el desarrollo de los impulsores genéticos, e incluso hay propuestas sin siquiera mínimas precauciones para liberarlos en el ambiente en los próximos cuatro años”.