Si México no apuesta por una política que lo inserte en la economía del conocimiento, en 25 años sufrirá las consecuencias. Con la cada vez más frecuente automatización de los procesos de producción, el bajo costo de la mano de obra mexicana dejará de ser atractivo para la industria y cada vez llegarán menos capitales. Por ello, se debe impulsar desde ya una política nacional de ciencia, tecnología e innovación (CTI) que genere desarrollo para el país.

El director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Enrique Cabrero Mendoza, señaló lo anterior al participar en la mesa redonda Reflexiones sobre ciencia, tecnología e innovación”, organizada por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) con la participación de los embajadores en México de Japón, Akira Yamada; de la República Popular de China, Qiu Xiaoqi, y del Reino Unido, Ducan Taylor, quienes expusieron las ventajas que invertir en el sector ha dejado para sus países.

Cabrero expuso que hoy día no basta con ser un país industrializado para ser líder en la economía mundial, sino que se debe apostar al desarrollo del sector CTI.

Los pronósticos indican que en 25 años los sectores en los que hoy el país es muy productivo se automatizarán en 85 por ciento, además que la cercanía con el mercado estadunidense podría dejar también de ser un atractivo para que las empresas se asienten en México.

Desgraciadamente esa ventana de oportunidad se va haciendo cada vez más pequeña, pero aún estamos a tiempo, en la última llamada; si entendemos eso lograremos subirnos en la ola del conocimiento, o la inversión extranjera va a dejar de llegar. Necesitamos, por tanto, de una política científica y tecnológica que se mantenga continua, estable y creciente en los próximos cuatro sexenios.

De ahí la importancia de que entre otras cosas se invierta en el sector. Y es que, por ejemplo, mientras en China, Japón y Reino Unido la inversión del Estado y empresarial llega a 2, 3.59 y 1.7 por ciento, respectivamente, de su PIB, en México es apenas de 0.55 por ciento.

Por su parte, el embajador chino dijo que aun cuando en su país falta mucho por hacer en inversión, ya se ha colocado como la segunda nación que más invierte en el sector, con 230 mil millones de dólares, sólo después de los 450 mil millones de dólares que destina Estados Unidos. El diplomático de Japón destacó la relevancia que las empresas le dan a ciencia y tecnología, pues resultan altamente beneficiadas. En tanto que el británico señaló que 4 por ciento de los investigadores a escala global están en su nación, pero producen 12 por ciento de los artículos en el mundo.