Prácticas sociales e institucionales perpetúan la exclusión
Sábado 10 de diciembre de 2016, p. 34
Ciudad de Panamá.
Las mujeres y los menores de edad pobres son, en América Latina y el Caribe, quienes menos acceso tienen a servicios de salud, pese a los avances de la región, advirtió el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef, por sus siglas en inglés), este viernes.
Según el informe presentado en Panamá, las inequidades en el acceso a la salud continúan y son generalizadas en la región, especialmente para las mujeres, los lactantes y los niños, pese a que muchos países de América Latina y el Caribe procuraron ampliar estos servicios para las poblaciones pobres y vulnerables
.
Las desigualdades en el acceso a la salud que padecen los grupos más pobres de la región los afecta durante toda su vida
, indica el estudio. Entre los problemas, Unicef destaca que muchos niños pobres no son registrados cuando nacen, por lo que no pueden tener acceso a los servicios médicos. Otros, debido a las condiciones de miseria, fallecen por enfermedades tratables y curables como neumonía, asma o diarrea.
En Haití, 69 de cada mil niños nacidos vivos fallecen antes de los cinco años, seguido de Guyana (39), Bolivia (38), República Dominicana (31) y Guatemala (29). Los países con los índices de mortalidad más bajos en menores de cinco años son Cuba (4), la isla de Antigua y Barbuda (8), Chile (8), Uruguay (10) y Costa Rica (10).
Embarazo adolescente
El informe destaca también la situación de las niñas pobres, quienes reciben peor educación, lo que se traduce en mayor probabilidad de ser madre prematuramente. De acuerdo con el organismo internacional, la región tiene la mayor concentración de embarazos adolescentes en el mundo
. Además, el cuidado de los hijos impide a estas jóvenes incorporarse al mercado laboral, lo que retroalimenta el círculo de pobreza.
Durante las pasadas dos décadas, América Latina ha realizado importantes progresos económicos y sociales que han impactado beneficiosamente
en millones de personas, indicó María Cristina Perceval, directora de Unicef para América Latina y el Caribe, con sede en Panamá, Sin embargo, la región sigue siendo afectada por profundas deudas de dignidad y justicia, prácticas sociales y mecanismos institucionales que reproducen la violencia y perpetúan la pobreza y la exclusión
, agregó.