San Sebastián.

Una artimaña del mexicano Carlos Vela derivó en penal. El árbitro mordió el anzuelo cuando en el área el delantero se dejó caer apenas sintió el contacto del defensa rival. Sin embargo, a la hora de cobrarlo él mismo lo falló al mandarlo directo al arquero, como si se hubiera sido un acto de justicia.

Fuera de ese traspié, Vela tuvo un buen juego en el que contribuyó con dos asistencias en la victoria 3-2 de su equipo, la Real Sociedad, sobre Valencia.

En la grama del estadio Anoeta, el cuadro realista se quedó con las tres unidades frente a los naranjeros, que si bien ya mejoraron su funcionamiento, los resultados adversos lo mantienen en zona comprometida de la clasificación para un club de su calidad.

Por otro lado, enganchado a la valiosa cabeza de Sergio Ramos, el hombre del último minuto, Real Madrid mantuvo su cómoda ventaja al frente de la liga española tras imponerse 3-2 al Deportivo de La Coruña con otro gol del central en el tiempo añadido.

Ramos salvó en su mejor estilo un triunfo para el cuadro merengue que remontó el Deportivo. El defensa marcó al minuto 92 para que su equipo mantenga una distancia de seis puntos sobre Barcelona, que asestó un 3-0 al colista Osasuna con doblete de Lionel Messi y un tanto de Luis Suárez.

La presión al conjunto blanco estuvo a punto de hacer efecto. En parte porque, pensando más en el Mundial de Clubes que la próxima semana disputarán en Japón, los merengues jugaron con fuego. Sólo Ramos los rescató.

Como si no hubieran visto lo que el jugador había hecho una semana antes en el Camp Nou, los jugadores del Deportivo descuidaron la marca del central y éste volvió a elevarse por encima de la zaga rival para cabecear la falta lanzada por Toni Kroos.

Real Madrid culminó así la remontada iniciada al 84 por Mariano y demostró otra vez que nunca se da por vencido.

La Coruña parecía haber hecho lo más difícil al voltear con un fantástico doblete del soprendente Joselu (63 y 65) el golazo inicial de Álvaro Morata (50). Nada más lejos de la realidad. Los de Zinedine Zidane, quien dio descanso a elementos importantes como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, Luka Modric y Marcelo, se engancharon a los recién incorporados (Lucas Vázquez y Mariano) y a su capitán para quedarse con los tres puntos y ampliar a 35 el número de partidos invicto.

Nunca antes en la historia del conjunto merengue un equipo había logrado enlazar tantos partidos sin perder. El del holandés Leo Beenhakker se había quedado en 34 en la temporada 1988-89.

Horas antes, el Barça había plasmado su intención de seguir peleando por la liga con su eterno rival con un partido redondo ante Osasuna, resuelto en la segunda parte con doblete de Messi, después de que Suárez abriera el marcador.

Los goles de los dos astros latinoamericanos fueron la consecuencia del buen juego de los azulgranas que exhibieron su mejor partido en lo que va de temporada con Andrés Iniesta, Sergio Busquets, Arda Turán y André Gomes.