Rodeados de sus fieles seguidores, la Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio festejaron 25 años de haber presentado su primer disco, El circo, en el mismo lugar donde la noche del domingo fue el ruidoso ágape.

La Carpa Astros, otrora lugar de circo y hoy convertida en punto de encuentro de roqueros, sirvió de escenario para el bochinche en el que miles se dieron cita para el cumpleaños.

De Kumbala a Mare, pasando por Crudelia, el conjunto que rinde culto a la cultura urbana repasó sus éxitos, unos de renombre y otros no tanto, pero que trajeron solaz a la banda que se juntó para el baile.

Roco, Pato, Aldo y Sax, con su marca registrada, el taxi cocodrilo Ford 1957, que hoy rueda en el ex DF con las placas DB 777 y la prerrogativa de estar clasificado como auto antiguo, le dieron gusto a los fans durante 120 minutos en los que no faltó la ocasión para el slam y algunos actos de circo, de trapecio principalmente, enmarcados en unos auténticos tragafuegos. ¿Ya hace hambre, carnales?, se oyó desde el escenario sin que la respuesta de los presentes fuese afirmativa, pero a la tercera vez que se inquirió vino el ¡sííí! en coro para los del grupo que se inició en las calles de Carpio y Cedro, en la Santa María, en 1985, según dijo Sergio Chávez, encargado de difusión.

Siguieron los temas urbanos coreados por la asistencia, que si no cupo bajo el enlonado se refugió en el carrusel del patio de entrada donde era más fácil saciar la sed. Ya lo pasado, pasado, arreglo sin mucha tonalidad romántica, y luego el quiriqui, involuntario recuerdo, quizá, del centenario del nacimiento del Cara e’foca Dámaso Pérez Prado para concluir con una evocación juangabrielesca, Querida.