NYT: PGR escamotea informe sobre los 43
Brozo, La Beba, Periscopio
Adiós a crítica en Televisa
Zihuatanejo y el narcopoder
l New York Times ha retomado datos de manipulación e irregularidad de autoridades federales en la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, y ha obtenido un reporte interno de la Procuraduría General de la República (PGR), el cual daría prueba de que se ocultaron hechos y movimientos que estarían afectando la investigación oficial en general.
Un punto específico de ese reporte interno de la PGR señala que los principales sospechosos de los actos contra los normalistas de Ayotzinapa habrían sido apresados y trasladados en contravención de las obligaciones procesales del caso. Desde luego, se menciona el episodio del entonces jefe de la investigación criminal, Tomás Zerón de Lucio, quien sacó de la cárcel a uno de los detenidos, sin autorización judicial ni participación de un abogado defensor, para asomarse al río Cocula un día antes de que en ese mismo lugar se descubrieran
restos óseos, uno de los cuales fue identificado como perteneciente a uno de los estudiantes de Ayotzinapa, lo que permitió montar, sólo a partir de ese hueso y esa identificación, lo que fue conocido como la verdad histórica
, con la que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha pretendido cerrar el caso.
En el reportaje del NYT, firmado por Paulina Villegas y Elisabeth Malkin, se consigna que la primera mención del informe interno de la PGR, preparado, pero ahora no reconocido ni autorizado, fue hecha en la revista Proceso y en un libro de la periodista Anabel Hernández. El inspector de la PGR que elaboró ese informe, César Alejandro Chávez Flores, renunció al cargo, abruptamente
, cuatro semanas después de un encuentro con familiares de los 43 en el que ese texto iba a serles entregado, lo que no se cumplió.
Hoy se transmitirá el último programa en tiempos reales de Peladito y en la boca, pues en los dos siguientes viernes se difundirán selecciones de lo mejor
y lo menos peor
de la temporada. Víctor Trujillo pone fin, así, a una relación de 15 años con Televisa que le permitió realizar programas como El cristal con que se mira, El mañanero y, el más reciente y breve, el mencionado Peladito y en la boca, en el que, a juicio de este tecleador, Trujillo llegó a niveles inusuales de crítica en televisión abierta, sobre todo a figuras como el ocupante de Los Pinos, Enrique Peña Nieto, respecto a cuyas políticas y constantes equívocos hubo referencias ácidas en el programa nocturno del canal estelar de Televisa.
Tanto el payaso Brozo como la Beba Galván y Periscopio Medina Chaires, tres de sus principales personajes, llegaron a señalar, en un contexto de humor en serio, algunos de los graves problemas por los que atraviesa México. Es lamentable que Televisa, argumentando problemas de comercialización, desaparezca uno de los pocos espacios de humor alejado de los pastelazos y de crítica a fondo en formato ligero (aunque en algunas de sus alocuciones Brozo habló con una profundidad y seriedad apenas atenuadas por el disfraz del personaje). Luego de un descanso, Trujillo (quien se va de Televisa con satisfacción y en paz) analizará la posibilidad de volver a la brega, probablemente con especial asomo a las posibilidades que ofrece Internet. ¡Óraleee!
Reporta una lectora, cuya identidad fue confirmada, pero será omitida: En la sierra del municipio de Zihuatanejo de Azueta, que comienza desde las afueras de este puerto, rumbo a Ciudad Altamirano, las distintas comunidades están dominadas por dos grupos antagónicos del narcotráfico, las cuales imponen sus propias reglas (cancelar la señal de Internet y teléfono, cancelar fiestas familiares, jaripeos, reuniones comunitarias, cobro de cuotas por venta de ganado y robo del mismo). Lo anterior ha orillado a decenas de familias a salir de sus comunidades, dejando o rematando su patrimonio ante el temor de perder su vida y la de sus familiares. El temor es visible en las escasas calles de las comunidades, que lucen desiertas y parecen pueblos fantasmas. Nadie se atreve a decir o denunciar nada ante el gobierno o cierta autoridad, por la falta de confianza en los mismos
.
Añade la lectora que todo ello lleva “a cuestionar el papel del Ejército y las fuerzas policiacas en estos lugares, porque su presencia no sirve para nada y hasta resulta sospechosa. Los militares mantienen un retén permanente en el crucero de la carretera que viene de Ciudad Altamirano y entronca con la que va a Ciudad Lázaro Cárdenas, Michoacán, a escasos 10 minutos de Zihuatanejo. En tanto los militares revisan (no sé sabe qué) a los automovilistas que transitan por esta vía, arriba, a escasos 10 kilómetros, los delincuentes se pasean con toda impunidad, paran y revisan el transporte público de pasajeros, en busca de gente de bandas rivales y cualquier automovilista que les parezca sospechoso; en el poblado de Vallecitos de Zaragoza, conocido como la capital de la sierra
, se encuentra una base permanente de la policía estatal, ¿para qué está? Porque el grupo delictivo que opera en esta comunidad se pasea impunemente por sus calles. ¿La policía municipal o federal? No se aparecen. El Ejército sube a esta sierra dizque para combatir el narcotráfico (entiéndase sólo corte de plantas de mariguana y amapola). Mientras el Ejército ‘peina’ la sierra en busca de enervantes, los delincuentes se esconden; se van los soldados y los segundos salen de sus escondites (el gato y el ratón)”.
“Es realmente insoportable vivir así, bajo el yugo de la delincuencia. Las comunidades de esta sierra están prácticamente desamparadas del Estado, y la única ley que vale es la de la delincuencia. Así que, ¿dónde está ese estado de derecho?, ¿los militares y la policía están coludidos con la delincuencia, dado su papel permisivo ante tanta impunidad? El reciente problema del grupo de autodefensa de San Miguel Totoltepec con El Tequilero, y la pronta aparición del ingeniero secuestrado, ¿demuestran que efectivamente los grupos delictivos están coludidos o al servicio de los distintos órdenes de gobierno de Guerrero?” ¡Hasta el próximo lunes!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx