Con motivo de la próxima Navidad y del término del Año de la Misericordia, jerarcas católicos visitaron a internos de dos penales, uno en la Ciudad de México, y otro en el estado de México, donde expusieron la necesidad de seguir el buen camino.

Como todos los años en vísperas de la Navidad, el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, celebró misa en un penal. En esta ocasión en el Reclusorio Varonil Sur.

Allí fue recibido por Hazael Ruiz Ortega, subsecretario del Sistema Penitenciario, y Omar Zamora Mendoza, director del penal, entre otras autoridades.

Ruiz Ortega dijo que en los 12 reclusorios de la Ciudad de México hay unos 30 mil internos. Posteriormente, el cardenal Rivera se trasladó al patio central de la prisión, donde celebró misa ante más de mil internos.

En la homilía, Rivera Carrera dijo que la misericordia de Dios siempre está presente en nuestras vidas, cualquiera que haya sido nuestra historia.

Recordó que la misericordia es acercarse a las miserias humanas con el corazón: Dios se vale en ocasiones de acontecimientos que hacen cambiar nuestra vida, pero está en nosotros seguir el buen camino.

En el contexto de la clausura del Año Jubilar de la Misericordia en la arquidiócesis de Tlalnepantla, los obispos auxiliares Jorge Cuapio y Efraín Mendoza, acompañados de una veintena de sacerdotes, visitaron el Centro Penitenciario de Readaptación Social Juan Fernández Albarrán de Barrientos, estado de México.

Los religiosos fueron recibidos por Paula Gabriela Valdez, directora del penal y por Eduardo Valiente Hernández, comisionado de Seguridad Ciudadana del estado de México, quienes agradecieron a los jerarcas católicos su presencia y apoyo en la labor de reinserción social de los reclusos.

Efraín Mendoza explicó que la pastoral penitenciaria de la arquidiócesis de Tlalnepantla ofrece apoyo sicológico, asesorías legales con un colegio de abogados católicos y servicios espirituales.