México es consumidor de tecnología, pero no generador de ella: Luis Enrique Sucar Succar
Urge reconocer importancia de la investigación en cómputo
Muchos estudiosos la han visto de apoyo, pero es un área científica por sí misma, afirma ganador del Premio Nacional de Ciencias 2016
Mostrar el uso de equipos y paquetería sin ir a lo básico es como enseñar matemáticas mostrando cómo se puede emplear una calculadora
Miércoles 21 de diciembre de 2016, p. 2
En México nos hemos hecho usuarios de la tecnología, pero no generadores de la misma, lo que ocurre de forma evidente en el campo de la computación, afirma Luis Enrique Sucar Su-ccar, galardonado con el Premio Nacional de Ciencias 2016 en tecnología, innovación y diseño.
En entrevista con La Jornada, el vicepresidente de la Acade-mia Mexicana de Computación (Amexcomp) y coordinador de ciencias computacionales en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) destaca que se trata de un área científica muy importante, porque mucha de la tecnología actual está basada en sus avances, pero nuestro país se ha retrasado en la investigación
.
El doctor en computación alerta que el país también enfrenta el desafío de la enseñanza de esta materia en las aulas. En México, apunta, a los niños se les enseña a usar las computadoras y los paquetes, pero nada más. Es como si quisiéramos enseñar matemáticas mostrando cómo se puede emplear una calculadora
.
Sucar Succar, quien se ha especialidado en desarrollar sistemas inteligentes basados en modelos gráficos probabilistas con aplicaciones en la biomedicina, la robótica, la visión artificial y la energía, señala que el Premio Nacional de Ciencias no sólo es un reconocimiento a su trayectoría, sino a la labor de sus colegas investigadores y alumnos, pero sobre todo a un campo del saber que ya no puede ser soslayado.
–¿Por qué considera que México se ha retrasado en la investigación de las ciencias de la computación?
–Hay puntos críticos. El primero es reconocer la importancia de la computación como campo de investigación científica, un área per se, porque muchas veces otros científicos la han visto de apoyo, pero es un área de investigación por sí misma, que hay que entenderla y reconocerla.
Generar industria
Se debe invertir en este campo y generar los mecanismos para que las investigaciones lleguen a las empresas y que eventualmente se conviertan en desarrollos y productos de tecnología que tengan un impacto más fuerte en la economía del país, porque todavía nos hace falta generar más industria de alta tecnología.
–¿Considera que en México las ciencias de la computación aún no son valoradas como parte del quehacer científico relevante?
–Nos hemos hecho usuarios de esta tecnología, pero no generadores, y atrás de ella está la ciencia y la computación. La tecnología no surge de la nada. Hay toda una investigación científica detrás.
–¿Cuál es su diagnóstico sobre este campo científico en el país?
–Tenemos algunos grupos buenos de investigación, pero pequeños. Hacemos congresos de alto nivel, pero todavía nos falta dar el paso a la parte de la tecnología, que esa investigación resulte en desarrollos, más patentes y más empresas de base tecnológica. Tenemos muy pocas patentes en México, la mayor parte son extranjeras. Hay que fomentar más que sean mexicanas, y sobre todo, que se exploten.
–¿Qué impacto cree que ha tenido la escuela y su modelo de aprendizaje de la computación?
–Uno de los defectos de la educación, sobre todo básica y media superior, en materia de computación es que a los niños les enseñan a usar las computadoras y los paquetes, pero nada más. Es como si quisieramos enseñar matemáticas mostrando cómo se puede emplear una calculadora. No se imparten los fundamentos básicos. Lo que son los algoritmos y el pensamiento computacional. Hay que enseñar los principios, porque las herramientas (los equipos) pueden ser útiles, pero por sí mismos no van a solucionar el problema.
Más especialistas
–¿Tenemos suficientes expertos en ciencias de la computación para ser un país competitivo a escala mundial?
–Somos relativamente pocos. Se estima que hay unos mil doctores en computación en México, pero para un país de más de 100 millones de habitantes, sí son pocos. Además, hay más especialistas en el campo técnico, como los programadores, pero en investigación y desarrollo todavía hay relativamente pocos.
“Es importante incrementar el número de científicos y doctores en la materia, pero esto va ligado con generar una industria, porque si graduamos más doctores, pero no tenemos empleos para ellos, tampoco tiene mucho sentido.
–¿La industria ha sido la gran ausente en la construcción de un círculo virtuoso en este campo?
–Sí, todavía nos hace falta una industria que genere tecnología. Tenemos muchas trasnacionales, la mayor parte maquiladoras o simplemente distribuidoras de la tecnología en México, y no tanto desarrolladoras.
“En los países avanzados, más de la mitad de la inversión en investigación y desarrollo es de las empresas, pero en México más de 90 por ciento de los recursos lo pone el gobierno.
Falta que las empresas inviertan más, y para eso necesitamos tener más empresas nacionales, porque es difícil que las trasnacionales hagan su investigación en México, tienden a hacerlo en su país de origen.
–¿Cuáles considera que son los ejes prioritarios que se deben impulsar para consolidar la ciencia de la computación en el país?
–Necesitamos formar grupos científicos de esta área, sobre todo más grande, porque actualmente los investigadores de la ciencias de la computación estamos en grupos muy pequeños.
“Es necesario crear un centro de investigación en computación en México, sería importante. Entre los más de 25 centros Conacyt no tenemos ninguno en computación. Hay pequeños grupos en algunos centros, pero que son principalmente de matemáticas o física, pero no hay uno de computación.
Fomentar patentes
Debemos formar grupos más grandes que generen una masa crítica. Se trata de ayudar a que estas investigaciones generen avances y productos; por eso es tan importante fomentar las patentes en las universidades y centros de investigación, así como prover los estímulos adecuados para que las empresas tomen estas patentes y las conviertan en desarrollos tecnológicos.
–¿Hay recursos públicos suficientes para el desarrollo de este campo científico en México?
–Ha ido mejorando poco a poco. Desafortundamente el año próximo no se ve muy bien, aunque en años recientes habían aumentado el presupuesto, pero no creo ese sea el problema principal. Claro que nos gustaría tener más recursos, pero a veces el problema, sobre todo en instituciones de gobierno, es la reglamentación de la burocracia que se aplica para prevenir la corrupción. Pero a veces pagan justos por pecadores, y se vuelve muy complicado aplicar los mecanismos para administrar los recursos.