Mexicanos que viven en Estados Unidos sin documentos temen ser deportados cuando tome posesión el próximo presidente Donald Trump. Algunos señalaron que tras el triunfo del republicano son blanco de agresiones, sobre todo en los estados donde ganó Trump. Incluso, dijeron, sus hijos son víctimas de acoso en las escuelas. Otros dijeron estar tranquilos y esperar las decisiones finales que tome el empresario.

En entrevistas en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, recién llegados a la capital del país, algunos dijeron tener más de una década de no venir.

Daniel, quien vive con esposa e hijo en Arizona desde hace 13 años, dijo que la principal preocupación de radicados en Estados Unidos es por familiares indocumentados. “Yo legalicé mi situación migratoria pero mis primos no han podido. Trabajan lavando platos en un restaurante. Estamos preocupados pues, desde que Trump advirtió que deportará a 3 millones de mexicanos, hemos sido víctimas de ataques racistas, xenófobos y de prejuicios.

Según la Secretaría de Relaciones Exteriores en el país vecino hay 5.7 millones de mexicanos migrantes. En el periodo vacacional de invierno muchos connacionales llegaron al país a pasar las fiestas decembrinas.

Para Alberto no ha sido fácil vivir en el vecino país. Comentó que vive en la incertidumbre y en ocasiones nadie le quiere dar trabajo por ser inmigrante y por el débil estado económico por el que atraviesa Estados Unidos. Extraño vivir en México, pero tampoco hay trabajo o están muy mal pagados. Sólo estudié la secundaria. Allá en la construcción gano más que un profesionista.

Agregó que está tratando de obtener la green card o estatus de residencia permanente, para que trabajar legalmente allá. Muchos estamos preocupados por las declaraciones de Trump, aunque ya le ha bajado a sus declaraciones esperemos que no haya cacería de brujas.

Rosario y su esposo, que viven en Illinois con sus hijos quienes ya tienen la residencia, dijeron estar conscientes de que Trump puede cumplir sus amagaos de repatriaciones, aunque no pierden la esperanza de que el republicano cambie el contexto de sus palabras. Los migrantes mexicanos tenemos salarios inferiores a cualquier estadunidense, pero ellos no quieren trabajar de jornaleros en el campo.