Luego de que la noche del 31 de diciembre fuera baleada la puerta de la casa del periodista Gabriel Valencia Juárez, en Guachochi, Chihuahua, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) solicitó ayer al gobierno del estado la aplicación de medidas cautelares.

El comunicador ya había sido amenazado y agredido por el contenido de algunas notas publicadas en los periódicos Norawa y en El Heraldo de Chihuahua, para el que es corresponsal.

Ante esos hechos, personal del Programa de Agravios a Periodistas y Defensores Civiles de Derechos Humanos de la CNDH se comunicó ya con el reportero, a quien ofreció asesoría y las medidas cautelares.

De igual forma, al acreditarse los requisitos para su otorgamiento, la CNDH solicitó estas medidas a la secretaría general de gobierno de Chihuahua, con el propósito de definir las acciones necesarias a efecto de brindar protección al periodista y prevenir con ello cualquier otra agresión en su contra.

La CNDH reitera que cualquier tipo de agresión en contra de quienes ejercen la libertad de expresión debe investigarse y sancionarse, pues la impunidad fomenta la repetición de los crímenes y genera espacios de autocensura. Este organismo nacional dará seguimiento a la indagatoria que se genere por estos acontecimientos, señaló en un comunicado.