El español venció a Dimitrov en cinco horas
Sábado 28 de enero de 2017, p. a11
Melbourne.
Protagonistas de una de las mayores rivalidades de la historia del tenis, Rafael Nadal y Roger Federer revivirán en la final del Abierto de Australia el gran clásico del deporte blanco, después de que el español venció 6-3, 5-7, 7-6 (7-5), 6-7 (4-7) al búlgaro Grigor Dimitrov, en casi cinco horas de juego.
Nadal regresó a sus 30 años a una final de Grand Slam desde Roland Garros 2014, cuando ganó sobre la arcilla parisina el más reciente de sus 14 grandes.
El español tumbó a Dimitrov y a su excelso revés a una mano en una semifinal agónica. Ya no hay dudas, el Nadal de la ansiedad ya está enterrado. Volvió a rugir como en esas grandes victorias que lo convirtieron en leyenda.
Ha sido uno de los mejores partidos de mi carrera, sin duda
, señaló Nadal, quien el domingo habrá disputado 21 finales de Grand Slam, aunque en esta ocasión será en la Rod Laver Arena, donde fue campeón en 2009 al imponerse a Federer tras cinco sets.
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En aquella ocasión, Nadal había ganado en semifinales una batalla ante Fernando Verdasco de más de cinco horas. Ayer tuvo un desafío similar ante Dimitrov.
Dos décadas después, Serena y Venus Williams se enfrentan nuevamente para añadir otro capítulo a la rivalidad entre hermanos más grande en la historia del tenis.
En 1998 eran dos adolescentes con trenzas y perlas de colores en su cabello que se encontraron en la segunda ronda; Venus, de 17 años, superó a su hermana menor, en dos sets.
Hoy, Serena, de 35 de edad, buscará su título 23 de Grand Slam, récord en la era profesional, mientras Venus intentará sumar el octavo a su palmarés y el primero en casi nueve años.