Damasco.

Al menos 42 personas, entre ellas el jefe de inteligencia militar, murieron ayer en varios atentados suicidas contra dos cuarteles generales de seguridad en la ciudad siria de Homs, informaron activistas y canales de televisión.

La antigua rama de la red Al Qaeda en Siria reivindicó los ataques, cometidos cuando la Organización de Naciones Unidas intenta reanudar en Ginebra unas difíciles negociaciones de paz entre el gobierno y la oposición para buscar una salida al conflicto, el cual ha dejado más de 300 mil muertos y millones de desplazados desde 2011.

Los atentados, coordinados, fueron contra dos objetivos del gobierno sirio en el centro del país, aseguró el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres.

Los ataques dañaron instalaciones de los servicios de inteligencia militar en los barrios de Al Guta y Al Mahata, centro de la ciudad. Homs se encuentra entre Damasco y Alepo y está en manos del gobierno del presidente Bashar al Asaad, cuyas tropas asedian y atacan la localidad de Al Waer, aún en poder de los rebeldes.

La embestida fue reivindicada por Fatah al Sham, antiguo Frente al Nusra, cercano a la red Al Qaeda, en un comunicado. El grupo aseguró que cinco suicidas detonaron sus explosivos simultáneamente.

Tanto Fatah al Sham como el Estado Islámico (EI) están excluidos del alto el fuego, que entró en vigor en diciembre en Siria, con la mediación de Rusia y Turquía en meses recientes.

En tanto, un enviado de paz de la ONU dijo que el ataque en Siria fue un intento deliberado por arruinar las negociaciones de pacificación en Ginebra, mientras las partes en el conflicto se acusaban mutuamente y parecían no acercarse a iniciar el diálogo.

Siempre se deben esperar saboteadores y se deberían seguir esperando para intentar influir en el desarrollo de las negociaciones. Es en el interés de todas las partes que se oponen al terrorismo y están comprometidas con el proceso político en Siria no permitir que esos intentos tengan éxito, aseveró el mediador de la ONU, Staffan de Mistura, en un comunicado.

De Mistura se reunió con ambas partes por separado en Ginebra, mientras intenta lograr un acuerdo sobre cómo deberían ordenarse las negociaciones para poner fin a un conflicto de seis años. Advirtió que no debe esperarse ningún avance rápido y que es necesario estar alertas para no permitir que la violencia descarrile cualquier avance en el frágil proceso, como ya ha ocurrido.

Después de una reunión de dos horas y media con De Mistura, el principal negociador del gobierno sirio, Bashar Jaafari, habló con periodistas y exigió reiteradamente que la oposición condenara los ataques o enfrentaría las consecuencias.

Afirmó que el martes próximo se reunirá nuevamente con De Mistura, pero dio a entender que algunos opositores con los que se sentó frente a frente en la ceremonia inaugural del jueves eran patrocinadores del terrorismo.