La disputa de territorios de tránsito y cultivo de drogas, así como de producción de estupefacientes sintéticos, generó un incremento en la violencia en entidades donde hay presencia de los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva generación y células de Los caballeros templarios, señalaron mandos de la Policía Federal.

De acuerdo con el más reciente reporte del Observatorio Ciudadano, en comparación con los 12 meses anteriores, en diciembre de 2016 el número de homicidios dolosos aumentó 40.3 por ciento en Colima, 44 .5 en Baja California, 5 por ciento en Sinaloa y en Baja California 39 por ciento.

En ese contexto, durante el debate sobre tráfico de armas que se llevó a cabo en el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), el titular del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi), Inocente Fermín Hernández Montealegre, comentó que los principales demandantes de armamento son los grupos de la delincuencia organizada, que las utilizan tanto para el combate con grupos rivales como para el ataque a las instituciones de seguridad del Estado mexicano.

El funcionario comentó que de 2010 a la fecha, se han decomisado más de 142 mil armas en México; de las cuales, 62 por ciento corresponde a armas largas y el restante 38 a cortas, y que los estados donde se ha incautado la mayor parte del armamento son Tamaulipas, Michoacán y Sinaloa, las entidades con predominante presencia de los cárteles de las drogas en nuestro país.

En el encuentro, Martín Gabriel Barrón Cruz, investigador del Inacipe, criticó que las instituciones federales realicen solamente análisis de tipo cuantitativo y no cualitativo con respecto a las actividades delictivas y los fenómenos como el tráfico de armas, porque ello no permite un combate con perspectiva.