Ahora que algunos gobernantes prefieren las verdades alternativas y con el retorno al aislacionismo, la investigación científica no es prioritaria y padece la disminución del financiamiento. Para investigadores como los del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) implica que debemos seguir siendo creativos, porque hay retos por vencer, como la falta de información objetiva y clara que permita a las personas tomar las mejores decisiones para prevenir enfermedades, afirmó Juan Ángel Rivera Dommarco, director del organismo.

Recién llegado al cargo, el especialista también advirtió que a causa de la inseguridad se dificulta el levantamiento de las encuestas de salud del instituto.

En entrevista, Rivera Dommarco comentó que estos y otros temas concentrarán su atención durante su gestión de cinco años.

Rivera Dommarco es doctor en nutrición internacional y ha producido alrededor de 400 comunicaciones científicas; más de la mitad son artículos en revistas especializadas. Es investigador nacional nivel III, y hace 15 años fundó el Centro de Investigación en Nutrición y Salud del INSP, área en la que ha destacado a escalas nacional e internacional. A continuación, la conversación con La Jornada:

–Este es un instituto joven…

–Sí, y cuando se creó hace 30 años, todos éramos jóvenes. Ahora es un instituto maduro. Hay 213 investigadores, de los cuales dos terceras partes tienen doctorado y forman parte del SNI. La productividad es de 1.7 publicaciones por investigador al año. En artículos científicos estamos en 1.3 por investigador al año, un muy buen nivel.

–¿Cuáles son los retos del INSP?

–Uno es que ya no somos tan jóvenes. El promedio de edad de los investigadores es de 50 años con 15 años de antigüedad, y el promedio de los investigadores más productivos –15 por ciento del total– es de 60 años con 22 de antigüedad. Significa que dentro de 10 años estos que ahora generan la mitad de la producción tendrán 70 años, con más de 30 de antigüedad. No está mal, pero se necesita innovación, gente joven.

–Debe haber cambio generacional…

–Sí, pero preocupa que en seis años no hubo una sola plaza nueva de investigador. Sólo conseguimos 12 cátedras del Conacyt. Son plazas que se asignan a proyectos e instituciones, con pago de salarios, pero sólo por 10 años. También hay cátedras patrimoniales, en las que alguna empresa cubre el costo del salario de una persona. Acá el reto es evitar conflicto de interés.

–¿El retiro no es una opción para los investigadores?

–El problema es que no hay incentivos para el retiro y en los siguientes 10 años alrededor de 30 investigadores tendrán edad para jubilarse. Por eso pondremos en marcha un programa de mentoría, en el que los investigadores senior tengan de obligación el crecimiento y consolidación de investigadores jóvenes.

–¿Las restricciones de presupuesto limitan las acciones?

–Sí, es un periodo de disminución de recursos nacionales y también de los provenientes de la cooperación internacional, por el entorno que han creado las elecciones en Estados Unidos y el Brexit del Reino Unido, de vuelta hacia el aislacionismo, en el que la investigación ya no tiene importancia, porque hay gobernantes a quienes no les interesan ésta ni la ciencia. Se van por verdades alternativas.