Una investigación fue abierta ayer en el Reino Unido para determinar si el gobierno ignoró deliberadamente el abuso sexual contra millones de niños reubicados forzosamente en las ex colonias británicas mediante programas que funcionaron hasta fines de la década del 60.

La investigación independiente busca establecer si hubo protección suficiente a los niños enviados a Australia, Canadá y otras ex colonias británicas bajo programas realizados con el conocimiento y aprobación del gobierno británico, dijo Henrietta Hill, abogada de la investigación.

Durante la pesquisa se investigará si el gobierno estaba al tanto de los extendidos abusos sexuales contra niños, en particular en Australia, y si hizo lo suficiente para ayudar las víctimas, agregó Hill.

La abogada afirmó que enviar a más de 100 mil niños solos a ex colonias desde comienzos del siglo XIX fue un extraordinario y prolongado episodio en la historia británica.

La evidencia cubrirá el envío a ex colonias hasta de 4 mil niños británicos cuando los programas finalizaron.

El gobierno se disculpó ante las víctimas en 2010, pero no mencionó específicamente los abusos sexuales, dijo Hill. As-wini Weereratne, abogado del Child Migrants Trust, señaló que la disculpa llegó 23 años des-pués de que Margaret Humphreys hablara por primera vez sobre el tema en 1987, tras una exhaustiva investigación que realizó en Australia.

Humphreys, una ex trabajadora social que fundó Child Migrants Trust, dará su testimonio para la investigación.

Algunas de las víctimas fueron enviadas al exterior semanas después de haber sido reportado abuso sexual en sus hogares del Reino Unido, dijo la emisora BBC.

La sospecha es que fueron elegidos a dedo, ya sea para sacarlos del camino o en interés de los propios pedófilos, agregó.

Una de las víctimas, David Hill, ex director de la cadena australiana ABC, entrevistó a más de 100 víctimas en las granjas escuelas de Fairbridge, Austalia, adonde fue enviado en 1959.

David Hill publicó en 2007 un libro sobre Fairbridge, The Forgotten Childen, según el cual 60 por ciento de las víctimas entrevistadas sufrieron abusos sexuales.