Chilpancingo, Gro.

Confrontada y dividida, la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg) realiza este fin de semana su 20 Congreso Político Estatal Extraordinario, en Chilpancingo, el cual tiene como ejes centrales la lucha contra las reformas estructurales, sobre todo la educativa, la presentación de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos y la libertad de los presos políticos.

La Ceteg se encuentra dividida en cuatro grupos. Uno está encabezado por Ramos Reyes Guerrero, secretario general, apoyado por parte del magisterio de la Montaña Alta, un sector de la Costa Chica y otro minoritario de la Montaña Baja.

Un segundo bloque lo constituyen los docentes de la zona Centro, que encabeza Antonia Morales Vélez, con núcleos de la Zona Norte (en Iguala) y de Tierra Caliente.

El tercer grupo es el llamado Dirección Colectiva Regional de la Montaña Baja, dirigido por Agustín Adán Ramírez y José Manuel Martínez, entre otros maestros.

Y finalmente las regiones de Acapulco y la Costa Grande, representadas por Walter Añorve y Salvador Rosas, respectivamente.

Los dos grupos rivales más notorios se acusan de traición, al grado de levantar, en septiembre pasado, los plantones que mantenían en el zócalo de Chilpancingo, encabezados por Morales Vélez y Reyes Guerrero.

Los seguidores de Reyes Guerrero fueron acusados de negociar, ingreso al margen de la dirigencia de la CNTE, tanto con Luis Enrique Miranda, subsecretario de Gobernación, y el gobernador Héctor Astudillo Flores.

Al sector de Morales Vélez lo señalan de hacer lo propio con la mediación de la diputada federal del PRI, Beatriz Vélez Núñez, además de Astudillo Flores.

Ni los gobiernos de los perredistas Zeferino Torreblanca Galindo (2005-2011) y Ángel Aguirre (2011-2014) pudieron dividir a la Ceteg; en cambio, el priísta Astudillo Flores (2015-2021) lo logró en menos de un año de haber asumido el poder.

Astudillo Flores se refirió al congreso magisterial: les deseo que les vaya bien, creo que han tomado una ruta de lucha interna, pero el gobernador ha sido respetuoso de estas luchas. Deseo que la Ceteg tenga una jornada democrática interna buena, que defienda sus interés y les deseo mucho éxito.

El problema de los opositores a Ramos Reyes es que no pudieron lograr la unidad y, por separado, convocaron a asamblea el jueves y el viernes a una marcha.

Al congreso, convocado por Reyes Ramos, en el que habrá cambio de dirigencia, sólo asisten maestros de la Montaña Alta; las demás regiones rechazaron participar.

La postura más dura la asumió la Dirección Colectiva Regional de la Montaña Baja, que comprende las zonas indígenas nahuas de los municipios de Chilapa, Tixtla, Zitlala, Ahuacuotzingo, y José Joaquín de Herrera, entre otros.

Alertaron que el congreso “se desarrolle a modo de los oportunistas al servicio del estado, en el cual aprobarán e integrarán un nuevo comité seccional ‘democrático’, sin importarles el divisionismo que generaron al interior de la Ceteg”.

Recordaron las incidencias de los congresos efectuados en 1992 y 1994. De ahí se conformó la Dirección Colectiva Estatal de la Ceteg. En el de 1996, añadieron, se tomó el edificio de la sección 14 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, y desde esa fecha ha estado en poder de la Ceteg.

Nos manifestamos en contra de todo un proceso amañado, ilegítimo, excluyente y antidemocrático. Declaramos nuestro posicionamiento político de no participar en el supuesto congreso político regional y estatal, concluyeron.

Y proponen “llevar a cabo una asamblea estatal representativa de secretarios generales delegacionales, comités de lucha y centros de trabajo y realizar en tiempo y forma un congreso político estatal unitario; llamamos a todos los delegados a no permitir que el Congreso se instale sin el quórum necesario, legítimo y legal”.

Entre los logros que tuvo la Ceteg estuvo el aglutinar a las organizaciones sociales, impulsando la creación del Movimiento Popular de Guerrero el 10 de abril de 2013, cuando se realizó una de las más grandes movilizaciones en la entidad, con la participación de 100 mil maestros y otros sectores. En esa etapa de lucha se incendiaron el palacio de gobierno y las sedes de todos los partidos políticos.

Aunque también tuvo dos bajas: el maestro Claudio Castillo Peña, en Acapulco, el 24 de febrero de 2016; y Antonio Vivar, en Tlapa, el 7 de junio pasado.