Domingo 5 de marzo de 2017, p. 13
El más reciente informe del Departamento de Estado estadunidense que denuncia múltiples violaciones de derechos humanos en México es un elemento más que confirma la crisis que enfrenta el país en dicho terreno, y ante la cual las autoridades siguen reaccionando con negativas y descalificaciones, señalaron integrantes de organizaciones civiles.
Juan Carlos Gutiérrez, director de la asociación de litigio estratégico Idheas, consideró que el documento pone de relieve la continuación de una grave problemática que incluye desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, tortura, impunidad y desplazamiento forzoso generado por la violencia.
Este tipo de informes, resaltó el activista, son importantes porque continúan señalando las deficiencias del sistema de administración de justicia, las cuales no han sido erradicadas en gran medida porque la reacción de las autoridades del país ante las críticas de organismos nacionales e internacionales es desconocer la gravedad de la situación.
La reacción siempre es a la defensiva y eso es muy negativo porque no permite construir acciones conjuntas ni priorizar los temas. Si se desconoce la tortura, por ejemplo, no va a haber posibilidad de avanzar en materia de políticas públicas. La tendencia (del gobierno) es simplemente reaccionar con un comunicado que descalifica el contenido de cualquier reporte
, indicó.