De concretarse la amenaza de separar a las familias de migrantes que lleguen a Estados Unidos, el gobierno de México tendrá que llevar los casos a tribunales locales e internacionales, pues es una violación a los derechos humanos más elementales, afirmó ayer el director del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), Juan Carlos Mendoza Sánchez.

Dijo que el crecimiento de 400 por ciento en la demanda de servicios de los paisanos está pegando a la capacidad instalada de los consulados, lo que ha hecho que varios hayan sido rebasados.

Al preguntarle si el IME seguirá trabajando con Juntos Podemos (agrupación que preside Josefina Vázquez Mota y sobre la cual hay sospechas de corrupción relacionadas con la gestión de mil millones de pesos), resaltó que las prioridades son los programas del IME, como el de ventanillas de salud o asistencia financiera. No tengo ninguna instrucción diferente.

En entrevista con La Jornada, Mendoza Sánchez explicó que uno de los retos que tendrá al frente del IME es desmexicanizar la percepción que se tiene sobre la migración indocumentada, pues en Estados Unidos se sigue pensando que hay una llegada masiva de mexicanos, cuando eso terminó desde 2010. En la actualidad, puntualizó, la mayor migración es de asiáticos.

Recordó que de 12 millones de paisanos nacidos en México que residen en Estados Unidos, 5.8 millones son indocumentados y el resto ya resolvió su situación migratoria. De los 5.8 millones, casi 70 por ciento tienen más de 10 años de haber llegado; ya no hay recién llegados.

Expuso que sigue habiendo muchos estereotipos acerca de que el migrante mexicano es el campesino indocumentado y analfabeta, lo cual está alejado de la realidad. Hoy los compatriotas trabajan en áreas diversas y junto a los mexicoamericanos, unos 25 millones, aportan 8 por ciento del producto interno bruto a la economía estadunidense.

El director del IME señaló que se deben elaborar estrategias para atender tanto a los documentados como a los que no tiene papeles, que son los más vulnerables. Para atender a estos últimos, señaló que sigue vigente el reto de cómo llegar a los lugares dónde viven. Estados Unidos no es un monolito, es una sociedad muy diversa y lo que puede pasar en California es muy diferente a lo que ocurre en Virginia, subrayó.

Para atender el crecimiento en la demanda de servicios por la comunidad mexicana en los consulados, Mendoza Sánchez expuso que se están abriendo turnos adicionales y contratando más personal. Uno de los trámites que se ha disparado es el registro de nacimientos.

Agregó que se adoptan medidas para hacer más expedito el trámite, pero los paisanos tendrán que esperar algunas semanas para conseguir el documento.

Sobre la pretensión de Wa-shington de separar familias de migrantes a su llegada al país del norte, aseveró que es una crueldad y una violación a los derechos humanos. Señaló que las autoridades mexicanas llegarán a tribunales para defenderlos y la Casa Blanca tendrá que decidir si quiere pagar el costo político de que por primera vez el mundo se señale a Estados Unidos como violador de los derechos humanos.