El Estado no informa sobre derechos sexuales y reproductivos
a nadie gusta, pero es una cuestión de justicia social: expertas
sumamente compleja para las mujeres, aseguraron Claudia Díaz, del Consejo de Población, y Ana Elena Contreras, de Mis Ovarios Triple AFoto Roberto García Ortiz
Domingo 12 de marzo de 2017, p. 34
La interrupción del embarazo todavía es una decisión sumamente compleja para las mujeres
y un tema que a nadie gusta, pero es una cuestión de justicia social
, coincidieron las especialistas Claudia Díaz, de la organización internacional Consejo de la Población (Population Council), y Ana Elena Contreras, de la organización Mis Ovarios Triple A.
Sin embargo, sí es una opción que consideran las mujeres. Universitarias entrevistadas, por separado, aseguraron que aunque no es fácil tomar la decisión, tampoco la descartan.
Daniela, estudiante de turismo en el Instituto Politécnico Nacional, narró que nunca pensó que le podía pasar
, pero a los 22 años eligió interrumpir su embarazo, pues consideró que no podía hacerse responsable de otra persona ni brindarle el cariño ni el bienestar que necesitaba. Por ello piensa que fue lo correcto: Teniendo esta edad es difícil salir adelante
.
Carolina, de 23 años, alumna de licenciatura en sicología en la Universidad de Insurgentes, aunque no ha estado en esa situación cree que interrumpir un embarazo es abrirnos y quitarnos todas esas barreras mentales, los estereotipos y la cultura que tiene México. Se piensa que es malo, pero no es cierto: es decidir sobre tu propio cuerpo
.
Aranza, de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, explicó que en el momento consideraría los pros y contras, pero yo no quiero tener hijos
.
De acuerdo con Contreras, existen todavía muchos mitos en torno a la interrupción del embarazo, como que quienes recurren a él sientan cargo de conciencia, pues quien lo hace considera que es lo mejor
. El sentimiento de culpa, agregó, en ocasiones es provocado por familiares.
Señaló que es el Estado el que ha fallado en proporcionar información sobre los derechos sexuales y reproductivos, para de cierta manera evitar que haya un embarazo, que tiende a repercutir en sus oportunidades económicas y de acceso a la educación.
Díaz recordó que a 10 años de la despenalización del aborto, todavía hay una deuda no pagada con las mujeres, sobre todo de los estados de la República, que han hecho sus leyes de acceso a este derecho mucho más restrictivas
.