Buenos Aires.

Dos hombres murieron y dos personas permanecen en terapia intensiva tras ser víctimas de una avalancha la madrugada del domingo en un concierto al aire libre del ídolo del rock argentino Carlos Indio Solari, al que asistieron unos 300 mil espectadores en la localidad de Olavarría, a 350 kilómetros de Buenos Aires.

Lo que se anticipaba como una fiesta de la música terminó en tragedia cuando una marea humana se empujó y mató a dos personas, aunque el número de víctimas fatales podría aumentar.

Solari interrumpió varias veces el concierto ante los empujones y los reportes de gente desmayada en el predio La Colmena, en lo que se anticipaba como un acto histórico en Argentina por el inédito número de participantes.

De acuerdo con testimonios del público, la responsabilidad de la tragedia fue de los organizadores, que vendieron entradas hasta el último momento, lo que colapsó un lugar que no había acondicionado salidas adecuadas para tal cantidad de personas. El predio La Colmena, donde se llevó a cabo el concierto, es privado y estaba habilitado para 200 mil espectadores.

La fiscal Susana Alonso, a cargo de la causa en Olavarría, confirmó que fueron dos los muertos, uno de lo cuales no pudo ser identificado. El otro, Javier León, de 42 años, había ido con su esposa y su hijo de 16, que están bien.

Se difundieron versiones de que había más muertos, pero les puedo decir con absoluta veracidad que son dos los fallecidos, aseguró la fiscal en rueda de prensa.

No está claro si las muertes se produjeron en la caótica salida del show, según el testimonio de espectadores, o cuando corría media hora y Solari interrumpió por 20 minutos.

El pogo más grande

El concierto se llevó a cabo en un predio al aire libre que se fue colmando desde la tarde del sábado a la espera de la salida del músico, cuyos seguidores se jactan de generar “el pogo más grande del mundo”, cuando decenas de miles de personas saltan al unísono entonando sus temas como himnos.

El músico desplegó 19 canciones, con muchos de sus éxitos, como Jijiji y Todo preso es político.

Los roqueros coparon la ciudad de Olavarría, que había declarado de interés municipal el concierto y se vio colapsada al duplicar su población de 130 mil habitantes en pocas horas.

En la madrugada, las redes sociales se transformaron en medio esencial para ubicar a gente perdida o tranquilizar a familiares y amigos.

El presidente argentino Mauricio Macri expresó sus pesar a las familias de las dos personas que murieron. Mis condolencias. Es muy triste lo ocurrido, afirmó en una entrevista que emitió el canal América TV.

El jefe de Estado pidió respetar las normas. Esto es lo que ocurre cuando uno pasa por arriba de estas normas. A veces saber ponerse límites genera oportunidades y un futuro mejor, comentó Macri.

El embajador de Uruguay en Buenos Aires, Héctor Lescano, señaló que no hay reportes de víctimas entre los uruguayos que viajaron masivamente desde su país para asistir al concierto, aunque agregó que no tenía aún un informe fidedigno.

Un centenar de autobuses salieron de Montevideo hacia Olavarría, según la prensa uruguaya.

El alcalde de la ciudad argentina de Olavarría admitió este domingo que la situación se le fue de las manos. No se esperaba tanta gente. Siempre se habló de 170 mil personas, pero fue impresionante lo que pasó, admitió Ezequiel Galli, miembro del PRO (centroderecha), el partido del presidente Macri.

Poder de convocatoria

Solari, ex líder de la mítica banda argentina Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, disuelta en 2001, suele ofrecer un solo concierto al año con su banda, Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado.

Los escasos conciertos del músico, quien el año pasado reveló que padece Parkinson, convocan a multitudes de todas las generaciones y procedentes de todo el país a alguna ciudad alejada de la capital para sumarse a la llamada misa ricotera.

Hace 20 años los Redondos estuvieron a punto de tocar en Olavarría, pero en el último momento el recital fue prohibido.

Solari, cantautor, heredó la popularidad y muchas canciones emblema de esa banda, que hizo un culto de la independencia y de tocar sin hacer publicidad en conciertos cada vez más masivos; además, sólo daban contadas entrevistas y se negaban a ser fotografiados fuera del escenario.

Lo sucedido en Olavarría recordó la llamada tragedia de Cromañón, cuando 194 personas, la mayoría jóvenes, murieron quemadas o asfixiadas al incendiarse la discoteca República Cromañón en Buenos Aires en un concierto de la banda roquera Callejeros, en 2004.

Con información de Dpa