Rock and roll forever se leía en la espalda desnuda de un joven asistente a la segunda jornada de la 18 edición del Festival Vive Latino, celebrada este domingo en el Foro Sol y que volvió a convocar a 80 mil asistentes. El recinto se convirtió en pista de baile con la presencia de la Sonora Santanera, que festeja su 62 aniversario.

Con temas como Mil horas, Perfume de gardenias, ¿Quién será? (en el que subió el colombiano Danny Frank al escenario), El ladrón (con la presencia de Julieta Venegas, recibida con una ovación), Los luchadores y Luces de Nueva York, entre otras hizo que el público, en su mayoría jóvenes, tomara de la mano a su pareja para disfrutar del baile tranquilo.

Para la cantidad de gente que hay aquí se escucha muy poco el grito, el escándalo, dijeron los miembros de la agrupación, lo cual fue respondido con coros y una ovación, sobre todo a Paquita la del Barrio, invitada especial, cuya sola mención hizo regresar a los que comenzaban el éxodo hacia otro escenario, para grabar el instante de su presentación en el que cantó dos temas, uno de ellos Rata de dos Patas, el más coreado en este espectáculo.

Mil horas en versión roquera

Al concluir, el auditorio también pudo disfrutar Mil horas, del argentino Andrés Calamaro, pero en una versión más roquera a cargo de Enanitos Verdes, que tuvo gran convocatoria en el escenario principal, donde La muralla verde la empezó a cantar el público.

En esta ocasión continuaron las protestas sociales, aunque menos que en la jornada anterior. Ahora fueron por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y los presos políticos.

La noche del sábado, Prophets of Rage canalizó la furia contra el muro fronterizo entre México y Estados Unidos, en un espectáculo de casi hora y media en el que el guitarrista Tom Morello portó una playera con la leyenda Ayotzinapa, nos faltan 43.

Con temas como Prophets of Rage, Bombtrack, Guerrilla radio, Take The Power Back y Testify, entre las cuales el vocalista B-Real expresó frases como: A la chingada con el muro (Fuck the fucking Wall) y –en español– Donald Trump no(s) vale verga, el grupo hizo gritar, saltar y levantar los puños a miles de congregados en el escenario principal, que llegaron al éxtasis con la interpretación de Killing in The Name, pieza clásica de Rage Against The Machine.

El domingo, The Cavernarios pidió amnistía para los presos políticos, entre los que consideró a Abraham Cortés Ávila, Fernando Bárcenas Castillo y Jesse Alejandro Montaño Sánchez, detenidos en 2013 y 2014. Un país que se dice democrático no puede tener tantos, afirmó el vocalista Danny Lobo, quien fue detenido en la marcha del 2 de octubre de 2013, lo que impidió que estuviera en el debut de su banda en el festival del año siguiente.

Y por los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, que son pasajes que no se deben olvidar, expresó poco antes de concluir su participación en el maratón musical.

Un eco que llegó al escenario principal con el vocalista de Antidoping, Jacobo Govea, pidió echar un grito por ellos, mientras puso a cientos a bailar reggae bajo el rayo del sol.

Más temprano, el metal de Ágora invitó al headbanging y el mosh pit en el escenario Vive Latino, aunque algunos de sus fans prefirieron buscar refugio en la sombra, pues las gorras y sombreros parecían no brindar protección.

También actuaron el argentino Dread Mar-I, Jazmín Solar, quien tuvo entre su público a Fernando Rivera Calderón, de Monocordio.

Al cierre de esta edición faltan las actuaciones de Julieta Venegas, Zoé, La Barranca, Rancid, Cuarteto de Nos, Marky Ramone, Justice y Moonspell.

La segunda jornada del Vive Latino empezó con las presentaciones de los grupos los mexicanos Driven, Mexican Juligans, el chileno We Are The Grand, los colombianos de Árbol de Ojos y La Pegatina.

(con información de Meli Vera y Mariana Domínguez Batis)