Derrota sin complicaciones 8-0 a la escuadra de Puerto Rico
Jueves 23 de marzo de 2017, p. a42
Los Angeles.
Con magistral trabajo desde el montículo de Marcus Stroman y jonrón de dos carreras de Ian Kinsler, Estados Unidos se coronó campeón del Clásico Mundial de Beisbol por primera vez en la historia al vencer 8-0 a Puerto Rico, en una final presenciada por una cifra récord de 51 mil 565 espectadores en el Dodger Stadium de Los Ángeles.
El equipo estadunidense, dirigido por el experimentado Jim Leyland, terminó el torneo con balance de seis victorias y dos derrotas, ante Dominicana en la primera ronda en Miami, y contra Puerto Rico en la segunda fase en San Diego.
Los muchachos jugaron con mucha entrega. Hubo una gran química en este equipo
, señaló Leyland, ex mánager de los Tigres de Detroit y campeón con los Marlins de Florida en 1997.
Puerto Rico se quedó sin saborear la corona por segundo clásico consecutivo, tras perder en 2013 contra República Dominicana.
Stroman, un derecho de 25 años que juega con los Azulejos de Toronto, maniató con su explosivo repertorio a una novena que había anotado 55 carreras en sus siete juegos ganados.
Ángel Pagánle rompió el sin hit ni carrera a Stroman al comenzar la parte baja de la séptima entrada con un doblete. Eso fue todo para el lanzador, pero le bastó para ser elegido como el jugador más valioso de la última fase del torneo.
David Robertson retiró la novena entrada para completar el juego de tres imparables y dar lugar a la celebración del equipo estadunidense dirigido por Leyland. Ian Kinsler fue quien abrió el marcador con su batazo en la tercera entrada que se voló la barda del central, luego de que Jonathan Lucroy había abierto la tercera entrada con hit frente al abridor Seth Lugo.
En la quinta, Kinsler dio imparable, Adam Jones caminó y Christian Yelich impulsó el 3-0 con hit al derecho y de paso mandar a Lugo a las regaderas. Todavía en esa entrada, Andrew McCutchen dio palo a las paradas cortas para que Yelich anotara el 4-0 contra el relevista Joe Jiménez.
Un sencillo de Brandon Crawford con casa llena en la séptima puso el 6-0 y prácticamente mató el juego.
Pero eso no era todo. Vendría Giancarlo Stanton, cuyo bat había estado apagado y que respondió a la hora buena para impulsar a McCutchen para el 7-0. El marcador final vendría con McCutchen, quien pegó imparable que impulsó a Arenado a home.