Cada vez es más común saber de excesos de servidores: Sesma
Resalta que la protección tiene que ver con la naturaleza del trabajo
Viernes 24 de marzo de 2017, p. 20
En la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados, los legisladores dedicaron más de cuatro horas a la presentación de iniciativas de ley y puntos de acuerdo. La que llamó la atención por provenir del Partido Verde fue la elaborada por Jesús Sesma, quien demandó que los funcionarios federales y estatales, a excepción del Presidente de la República y un reducido grupo de secretarios de Estado, dejen de beneficiarse con las escoltas asignadas por el Ejército y la Marina.
Sesma sorprendió con su propuesta, ya que también goza de los beneficios de las escoltas oficiales. En la tribuna de San Lázaro detalló que sólo deben ser protegidos por soldados y marinos el Presidente de la República, los gobernadores, el titular de la PGR, el comisionado nacional de Seguridad Pública, los secretarios de Defensa Nacional y de Marina, así como los titulares de fiscalías generales y de los cuerpos policiacos de los estados, por lo que queda estrictamente prohibido que cualquier funcionario público cuente con escoltas pertenecientes a las policías estatales y municipales o del Estado Mayor Presidencial
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El diputado verde describió que su propuesta tiene que ver con los excesos de los funcionarios. Cada vez es más común saber de los abusos en los que caen los altos servidores públicos. La gente está harta. En todos lados se comenta esta opulencia. Se desatiende la seguridad pública. Es necesario que los funcionarios dejen de contar con privilegios que dañan al erario público. Ciertos secretarios de Estado tienen más de nueve elementos de la Marina, y no hay ningún fundamento de por qué los estén protegiendo o ante quienes
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A decir del diputado Sesma, contar con escoltas tiene que ver con la naturaleza del trabajo que el funcionario desempeña. Acabar con esos privilegios implica que los policías, marinos y soldados se dediquen a proteger a la sociedad.
Un ejemplo es lo que ocurre en la Ciudad de México. Quienes han podido estar en Polanco, por ejemplo, los funcionarios se reúnen en restaurantes y cafeterías con una gran cantidad de políticos y siempre llegan acompañados de una gran cantidad de escoltas. Lo peor de todo es que estas personas de resguardo son soldados o marinos
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