La política migratoria de Estados Unidos conduce a México, inevitablemente, a convertirse de nación de origen y tránsito de migrantes a un país de destino, lo cual generará imprevisibles presiones sociales, sostuvo el embajador de la Unión Europea en nuestro país, Andrew Standley.

Añadió que la postura mexicana en foros internacionales de migración está cambiando, transformará su perspectiva de un país de origen a uno de destino. México requiere atender las dos principales causas de la migración: la inseguridad y la falta de oportunidades económicas, así como apostar a más cooperación con el vecino del norte, la Unión Europea y los países centroamericanos expulsores de migrantes, consideró.

En tanto, la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados aprobó una reforma al artículo 30 de la Ley de Migración, que otorga facultades al Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) para promover acciones que prevengan y atiendan cualquier modalidad de violencia contra migrantes.

La comisión señaló que la política migratoria de México ha dado pasos importantes para incorporar la perspectiva de género, de manera transversal, y armonizar la legislación con criterios internacionales, con el objetivo de reducir la criminalización y generar condiciones a fin de disminuir la violencia contra las mujeres migrantes.

Según datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, cada día 450 mujeres cruzan de México hacia ese país; ese flujo se intensificó en 2004 y 2005, hasta llegar a un total de 340 mil en esos dos años. Además, han aumentado las agresiones sexuales contra ellas.

La misma comisión aprobó el dictamen de reforma al artículo 66 de la Ley de Migración, para instruir que los migrantes gocen los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales de los que México es parte.