José Manuel Mireles, uno de los líderes más importantes de las guardias comunitarias de Michoacán, se está muriendo de tristeza y depresión por la tortura sicológica a la que ha sido sometido durante su encarcelamiento, denunciaron migrantes que integran la comitiva Unidos por Michoacán EU.

Añadieron que las autoridades buscan aniquilar física y mentalmente al luchador social y dar un mensaje de intimidación para que los ciudadanos no se organicen.

En conferencia de prensa, la activista Génesis Godínez indicó que Mireles ha sufrido dos síncopes cardiacos en meses recientes y no se le ha permitido atender debidamente su diabetes, lo cual ha mermado de forma importante su salud y su estado de ánimo.

Añadió que las autoridades del Centro Federal de Readaptación Social 11, ubicado en Hermosillo, Sonora, únicamente le permiten una visita cada 40 días y una llamada telefónica a la semana.

Además de Mireles –acusado de posesión de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército–, hay alrededor de 60 guardias comunitarios presos, pues no han podido pagar la fianza de 120 mil pesos para permitir su liberación.